Si tienes un perro seguramente habrás pasado por esta situación: nuestras mascotas suelen seguirnos a todos lados, se convierten en nuestra sombra. Un comportamiento que, según nos encontremos de ánimo, podemos considerarlo un poco molesto o tal vez reconfortante. Pero, ¿cuál es el motivo para que nuestro engreído haga esto? Aquí te explicamos por qué ocurre.
LEER MÁS: Claves para entender los gestos de tu perro: ¿Qué intenta decirte?Aunque no existe nada concluyente que compartan los expertos en comportamiento animal, de acuerdo a una publicación de la revista estadounidense Mental Floss, la mayoría de los expertos en conducta animal resaltan una serie de razones que justifican ese acompañamiento constante de los perros a sus amos.
La más importante es su mentalidad de manada. Los perros pueden haber sido domesticados hace miles de años, pero todavía se consideran parte de un grupo como sus antepasados salvajes. Cuando no hay otros perros alrededor, su familia humana se convierte en su manada. Según los expertos, este instinto es también lo que motiva a los perros a observarte de cerca y a buscar tu contacto físico.
¿Por qué nos siguen siempre?
Otra razón a esta conducta es el vínculo que tenemos con nuestra mascota. Los cachorros de hasta 6 meses se apegan a sus dueños humanos como si fueran sus madres y, cuando crecen y son adultos, mantienen ese estrecho vínculo: sus dueños les dan cuidado y los canes los ven como una familia donde hallan dos valores que aprecian bastante: confianza y seguridad.
Otra explicación a este comportamiento tiene más que ver con el dueño y cómo se relaciona con él. Cuando se educa a un perro, se realiza un refuerzo positivo, es decir, se recompensa a la mascota con premios por su buen comportamiento. Esto puede provocar que el animal relacione la presencia del humano con esas recompensas, por lo que le sigue allá donde va buscando una una muestra de afecto.
Sea por una u otra razón, significa que tu perro te ve de forma positiva, por lo que lo mejor es disfrutar de su compañía extra, y no tener miedo de cerrar la puerta cuando necesites un tiempo a solas.
CÓMO SABER SI TU PERRO O GATO ESTÁ ENFERMO
Las mascotas también se enferman. Y, aunque convivamos con ellos, no siempre es fácil detectar que están enfermos o que sufren alguna molestia, y algunas patologías menores pueden acabar agravándose si los síntomas iniciales pasan desapercibidos. Es por eso que aquí te contaremos algunos algunos trucos para saber detectar si tu perro o gato está enfermo.
Sin embargo, expertos en comportamiento animal aseguran que la observación de la mascota y ciertos conocimientos permiten detectar con rapidez si un perro o un gato sufre una enfermedad. Un comportamiento anómalo del animal, como la apatía, que haga sus necesidades en casa (perros) o fuera del arenero (gatos), pueden advertirnos que nuestro animal doméstico sufre una patología.
Desánimo y desinterés
Uno de los primeros síntomas a tener en cuenta es si el gato o el perro reduce, de la noche a la mañana, su nivel de actividad o come menos. La apatía, la falta de interés y las pocas ganas de jugar o interaccionar con las personas pueden ser una primera señal de alerta.
Temperatura corporal
Gatos y perros tienen una temperatura corporal distinta a la de los humanos. Su temperatura corporal normalmente oscila entre los 38 y los 39 grados. Si se puede colocar el termómetro al animal, que no es fácil, y aparece un temperatura por encima de los 39, acude al veterinario de inmediato.
Observar los ojos
Es un buen indicador de su estado de salud. Hay secreciones lacrimales, no obstante, que son normales, siempre que no sean de color verde o amarillo. Hay razas más predispuestas a las secreciones lacrimales, como los perros yorkshire o el maltés.
Hay animales que parpadean muy a menudo o que no pueden abrir un ojo, lo que denota molestias o dolor. En caso de observar estos síntomas, se recomienda acudir al veterinario.
Problemas digestivos
En los gatos no es raro que el animal vomite puntualmente. Otra cosa bien distinta es si el gato vomita cuando ingiere comida o incluso tan solo bebiendo agua. Si sucede esto, hay que acudir al veterinario.
Hay animales que sufren diarrea ocasionalmente cuando se les cambia el pienso o su comida habitual, o que presentan heces muy blandas. Tampoco hay que preocuparse. Si el perro o el gato además de vomitar o tener diarreas se muestra apático y cansado, sí que hay que consultar con un especialista.
Orina
Si el gato o el perro bebe constantemente agua y orina repetidamente, con mucha más frecuencia de la habitual, hay que ponerse en alerta y llevar al animal al veterinario. No es fácil de detectar, especialmente en verano, cuando los animales beben más agua.