Cuídala. El verano es la época donde uno se broncea y disfruta del sol. Pero todo en exceso es malo. Y no solo se trata de sufrir contratiempos como pueden ser las quemaduras o insolaciones. Hay una serie de síntomas que pueden prevenirse con trucos caseros. Hoy en Mag te decimos cuáles son. Así que toma nota de estos consejos.
Es habitual que cuando nos quememos la piel se acabe pelando. Llega ser molesto al aparecer con picores. Es la manera que tiene de rebelarse ante una quemadura solar. Los especialistas afirman que esta descamación es un proceso fisiológico que se integra dentro de la fase madurativa de la piel.
Sin embargo, el problema es cuando este cambio de epidermis tiene lugar de manera acelerada o en una cantidad más elevada de lo normal, que es cuando pasa a considerarse una anomalía y es allí donde es más que necesario recibir un diagnóstico y tratamiento de un profesional médico de la piel.
Trucos para evitar que la piel se pele tras tomar el sol
Para que la piel no se pele es preciso mantenerla correctamente hidratada y protegida de los rayos solares. Cuando nos veamos afectados por descamación a consecuencia del sol hay que tener en consideración una serie de detalles que contribuirán a reducir de manera importante este problema:
1. Enfría la piel afectada
Si ves que tienes alguna parte del cuerpo roja y te quema al entrar en contacto con la ropa, probablemente tengas un problema y en poco tiempo empezarás a descamar. Primero, lo recomendable sería aplicar algo de frío en la zona con una ducha. Conseguirás calmarla por un tiempo.
También es importante que le prestemos atención al secado tras la ducha. Nunca frotes con la toalla, sino que lo ideal sería presionar para acabar con la humedad y lograrás que no se levante la piel.
2. Hidrata la piel
Una vez aplicado el frío y secada bien la zona dañada será el momento de hidratarla. Lo aconsejable sería recurrir a lociones ricas en aloe vera, aceite de almendras o productos con almendras, que tienen la capacidad de aportarle a la piel los nutrientes adecuados para que se regenere poco a poco.
También se puede recurrir a las cremas reparadoras. Al igual que antes de exponernos al sol nos echamos cremas, al término también deberíamos hacerlo con este tipo de cremas. Su objetivo es calmar la piel después del bronceado, además de evitar las quemaduras y el levantamiento de la piel.
3. Alimentación en verano
La hidratación de la piel no se limita únicamente al cuidado desde el exterior, también desde el interior. Para ello hay que beber la suficiente agua. Según El Español, los médicos sugieren ingerir un par de litros al día, que puede ser más en función del calor del verano y la rutina diaria de cada uno.
4. No rasques la zona afectada
Es posible que cuando se pele la piel suframos de picores. Cuando ocurra esto debemos hacer todo lo posible para no rascarnos, ya que esto que consideramos a simple vista inocente puede dañar más la piel. Por lo tanto, cuando salgas de la ducha o del baño no te frotes con la toalla ni te rasques.
5. Protege la piel
Aunque pueda parecer un tanto obvio, la mejor forma de proteger la piel es no exponiéndola a los rayos de sol. Para ello hay que emplear ropa, gorra y sombreros, además de la protección solar. Al contrario de lo que pensamos, no solo hay que aplicarla en los meses de verano, también durante el resto del año, sobre todo en aquellas zonas que están más expuestas como el cuello, cara o brazos.
DISCLAIMER: El levantamiento de la piel no requerirá visitar al médico. Sin embargo, cuando se traten de quemaduras con ampollas o un enrojecimiento intenso, en ese caso se sugiere visitar a un especialista de la piel. De esta manera podrá diagnosticar y recomendar un tratamiento.
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