
Llegó Halloween y muchos niños están listos para salir a la calle para pedir dulces, pero un experto en neurociencia advirtió que algunos de estos productos podrían afectar seriamente la salud.
Dan Baumgardt, profesor de la Escuela de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Bristol, explicó que este año no permitirá que sus hijos coman golosinas.
“No es solo porque soy gruñón, sino porque ¿han visto lo que todo ese azúcar le hace al cuerpo?”, señaló el experto en un artículo publicado en el portal The Conversation.
Uno de los dulces que más le preocupa es el regaliz, pues está elaborado a partir de la raíz de la planta Glycyrrhiza glabra y contiene un componente llamado glicirricina.

Baumgardt indicó que, en pequeñas cantidades, este ingrediente puede ayudar a aliviar la indigestión, pero en exceso “puede alterar las hormonas del cuerpo, elevar la presión arterial y reducir los niveles de potasio”, lo que podría causar problemas cardíacos, musculares o renales.
El especialista también advirtió sobre los dulces ácidos y productos como los polvos azucarados con palitos. Estos contienen grandes cantidades de ácido cítrico, lo que produce el característico sabor agrio.
“Varios estudios muestran que estos dulces son extremadamente ácidos y pueden dañar el esmalte de los dientes”, señaló, agregando que incluso pueden causar irritación en la boca y el estómago.
Pero su principal preocupación es el azúcar. Baumgardt explicó que el daño comienza apenas el dulce entra en la boca.

“El azúcar alimenta las bacterias que viven en la boca, haciendo que se multipliquen y produzcan ácidos que destruyen el esmalte dental”, dijo.
Asimismo, comentó que esto puede causar gingivitis, mal aliento y daños a largo plazo.
Una vez que el azúcar llega al sistema digestivo, el cuerpo absorbe rápidamente la glucosa, provocando “picos de energía que luego se convierten en cansancio, irritabilidad y ansiedad”.
El experto sostiene que no se trata solo de caries o hiperactividad, sino de efectos que afectan al corazón, al hígado y al metabolismo en general.

Finalmente, Baumgardt advirtió que el consumo constante de grandes cantidades de azúcar puede llevar a aumento de peso, resistencia a la insulina y enfermedades como la diabetes tipo 2.
“El azúcar empieza a hacer daño en el momento en que toca tu boca”, afirmó.
Por eso, recomienda que los padres sean más conscientes y limiten el acceso de los niños a estos dulces durante Halloween.
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