Con la toma de posesión de Donald Trump como presidente, el debate sobre la inmigración indocumentada vuelve a ocupar un lugar central en la política estadounidense. El recién nombrado ‘zar de la frontera’, Tom Homan, se refirió al lugar en el que iniciará el prometido plan de deportaciones masivas. Será en una de las ciudades más importantes del país norteamericano.
El plan de deportaciones busca arrestar a individuos considerados una amenaza para la seguridad pública y nacional. Aunque los detalles son confidenciales, Homan expresó su preocupación por las filtraciones, argumentando que estas aumentan los riesgos para los agentes. “Esto es algo nacional”, aseguró, indicando que las operaciones no abrumarán a los vecindarios, sino que seguirán un enfoque estratégico y focalizado.

¿EN QUÉ CIUDAD INICIARÍA EL PLAN DE DEPORTACIONES MASIVAS?
Chicago está en el ojo del huracán según reportes recientes de medios como The New York Times y The Wall Street Journal, quienes sugieren que la ciudad podría ser el punto de partida de esta operación. La elección de la ciudad tendría una fuerte carga política, dado su estatus de ciudad santuario y las declaraciones recientes de su alcalde, Brandon Johnson, sobre la negativa a cooperar con las operaciones del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
Eso sí, Tom Homan dijo que “no se ha tomado una decisión todavía”. “Miraremos esta filtración y decidiremos con base en esta filtración. Es lamentable porque quien filtra (información sobre) las operaciones de cumplimiento del orden pone a los agentes bajo un mayor riesgo”, añadió.
El ambicioso plan enfrenta importantes desafíos logísticos y presupuestarios. Homan ha estimado que se necesitarán al menos 100,000 camas para encarcelar a inmigrantes, más del doble de la capacidad actual de ICE. Además, el Congreso deberá aprobar fondos adicionales para operaciones de arresto, vigilancia en centros de detención y la aceleración de procesos de deportación, todo dentro del marco del debido proceso migratorio.
Para maximizar los recursos disponibles, Trump deberá emitir órdenes ejecutivas que definan las prioridades de deportación. Estas podrían incluir a extranjeros condenados o acusados de delitos, quienes hayan recibido órdenes finales de deportación y aquellos que, según ICE, representen una amenaza para la seguridad pública. Estas prioridades, que se implementaron durante su primer mandato, podrían ampliarse para abarcar a la mayoría de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en el país.

UN IMPACTO EN LAS COMUNIDADES INMIGRANTES
La implementación de este plan podría tener un efecto devastador en comunidades establecidas. Muchas familias indocumentadas han vivido en Estados Unidos durante décadas, contribuyendo a la economía y formando parte del tejido social. La posibilidad de deportaciones masivas genera incertidumbre y temor, no solo entre los inmigrantes, sino también en las ciudades y estados que valoran su diversidad y rechazan las políticas agresivas de inmigración.
Mientras el equipo de Trump afina los detalles de su estrategia, la nación está dividida entre quienes apoyan su enfoque en la seguridad y quienes lo critican por su impacto humano. Lo que está claro es que el tema de la inmigración seguirá siendo un punto clave en el debate político y social en los próximos años. Las decisiones que se tomen ahora definirán no solo el rumbo de su administración, sino también el futuro de millones de personas que llaman a Estados Unidos su hogar.

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.