
Un cambio drástico en la política migratoria de Estados Unidos permite ejecutar deportaciones aceleradas de inmigrantes indocumentados a terceros países —no necesariamente el país de origen— con tan solo seis horas de preaviso, según un memorando interno del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), citado por “The Washington Post“.
Se trata de una reforma clave tras un fallo de la Corte Suprema, del pasado 23 de junio, que permite al Gobierno reactivar inmediatamente expulsiones antes bloqueadas. En casos regulares, el aviso será de 24 horas; pero en “circunstancias apremiantes”, el proceso podrá realizarse en apenas seis, incluso sin que el país receptor ofrezca garantías diplomáticas contra tortura o persecución.

¿En qué casos se aplica se puede suspender la deportación?
En los nuevos lineamientos del ICE, firmados por el director interino Todd Lyons, se detalla que solo se suspenderán las deportaciones si el migrante expresa explícitamente temor fundado, lo cual debe ocurrir en ese breve plazo inicial. De hacerlo, podrá acceder a una entrevista acelerada para evaluar su protección bajo las leyes migratorias de EE.UU. y la Convención contra la Tortura, explica "The Washington Post“.
En su voto disidente, la jueza Sonia Sotomayor cuestionó la rapidez del nuevo procedimiento: “En asuntos de vida o muerte, es mejor proceder con cautela”.
Hasta el momento, el Departamento de Seguridad Nacional no ha especificado cuántas personas podrían ser afectadas por la política, ni a qué terceros países podrían ser enviados.
Críticas a la medida
Los expertos legales advierten que la medida podría exponer a miles de migrantes al riesgo de persecución o tortura, sin tiempo suficiente para defender sus derechos ni solicitar protección.
“Esto pone miles de vidas en riesgo”, alertó Trina Realmuto, directora de la Alianza Nacional de Litigios de Inmigración, que ya presentó impugnaciones legales a la medida.












