La migración hacia Estados Unidos ha sido el camino para millones de personas que buscan mejores oportunidades. Sin embargo, el proceso migratorio no siempre es fácil ni rápido. En muchos casos, los inmigrantes enfrentan años de incertidumbre, luchando por regularizar su situación y superar el temor constante de ser deportados. Este es el caso de Manuel Gutiérrez, un hombre que vive en Chicago, que, tras tres décadas de vivir en los Estados Unidos sin documentos legales, finalmente obtuvo su Green Card, convirtiéndose en residente legal después de una larga espera.
La historia de Manuel es una muestra de perseverancia, sacrificio y la importancia de la familia en la vida de los inmigrantes y además sirve como una motivación a demás personas que tienen la misma situación para que se animen e intenten lo mismo si es que cumplen los requisitos.
LLEGADA A LOS ESTADOS UNIDOS: UN COMIENZO LLENO DE DESAFÍOS
Manuel Gutiérrez llegó a Estados Unidos el 15 de junio de 1996. Recuerda que ese día fue lluvioso, una imagen que permanece grabada en su memoria, pues no imaginaba que aquella decisión lo llevaría a vivir una experiencia llena de incertidumbres y sacrificios durante los siguientes 30 años. A lo largo de estas tres décadas, su vida y la de su familia estuvo marcada por el miedo constante a la deportación, la lucha diaria por sobrevivir y la esperanza de que algún día su situación cambiaría.
El proceso migratorio de Manuel fue complicado. Al vivir como inmigrante indocumentado, su vida estuvo llena de dificultades. Sin embargo, la posibilidad de alcanzar la legalidad se mantuvo presente gracias al apoyo de su familia y a las circunstancias que eventualmente abrieron la puerta hacia la regularización de su estatus.

EL APOYO FAMILIAR Y LA LARGA ESPERA
Una de las personas más afectadas por la situación de Manuel fue su hija Gabriela. En varias ocasiones, ella expresó el sufrimiento que experimentaba al ver a su padre vivir con miedo, sin saber si algún día sería detenido y separado de su familia. “Cuando estás en espera, y cuando vives con tanto miedo de que se lo lleven a él, o que no regrese a casa, se siente una eternidad”, confesó entre lágrimas de felicidad y alivio tras conocer que su padre había recibido su Green Card.
El temor de que la vida de Manuel pudiera cambiar drásticamente en cualquier momento fue constante. Sin embargo, la determinación de la familia y su esperanza de que algún día se resolvería su situación migratoria les dio fuerzas para seguir adelante.
LA AYUDA MILITAR: UN FACTOR CRUCIAL EN EL PROCESO
Una de las claves que permitió a Manuel Gutiérrez obtener su Green Card fue el servicio militar de su hijo, quien ingresó al ejército de los Estados Unidos. La abogada de inmigración Liliana Jones explicó que este hecho fue fundamental para que pudiera aplicar a la residencia legal. El ingreso militar facilitó el proceso, ya que permitió que obtuviera un “parole”, un documento que lo habilitó para presentar su solicitud de residencia.
Este aspecto subraya cómo la vida de los inmigrantes puede estar influenciada por circunstancias externas, como la carrera de un miembro de la familia, que abre puertas en el complejo sistema migratorio de los Estados Unidos.
LA IMPORTANCIA DE TENER EL RÉCORD MIGRATORIO EN ORDEN
Otro factor crucial en la obtención de la Green Card fue el hecho de que Manuel Gutiérrez mantenía su récord migratorio en orden. Según la abogada Liliana Jones, esto permitió que, con el “parole” que recibió, pudiera cumplir con los requisitos necesarios para aplicar a la residencia. El mantener un historial limpio en términos migratorios facilitó un proceso que, en muchos casos, es extremadamente complicado y lleno de obstáculos para los inmigrantes.
El hecho de que Manuel nunca haya tenido problemas legales adicionales fue un punto a su favor, pues muchas veces los inmigrantes que buscan regularizar su estatus enfrentan dificultades adicionales debido a situaciones legales previas.
UN NUEVO COMIENZO PARA LA FAMILIA GUTIÉRREZ
El día en que Manuel recibió su Green Card fue un momento que marcó un nuevo comienzo para él y su familia. Tras 30 años de vivir en los Estados Unidos, finalmente alcanzó la legalidad, lo que le permitió dejar atrás los temores y las incertidumbres que lo habían acompañado durante tantos años. Entre risas, abrazos y lágrimas de felicidad, Manuel compartió con sus seres queridos el alivio que sentía al tener en sus manos su residencia legal.
Gabriela, su hija mayor, expresó con gratitud: “Salimos adelante por ellos, por los sacrificios que hicieron por nosotros”. Esta frase refleja el sacrificio y la determinación que caracterizan a muchas familias inmigrantes que, a pesar de las adversidades, siguen luchando por un futuro mejor.
LA PROMESA DE VOLVER A MÉXICO
Una de las primeras cosas que Manuel dijo tras recibir su Green Card fue que, ahora con su residencia legal, su próxima meta sería regresar a México. “Ahora con este papelito, hay que ir a México”, afirmó, visiblemente emocionado por la posibilidad de visitar su país de origen, algo que no había podido hacer durante tres décadas debido a su situación migratoria.
Este anhelo de regresar a México es común entre muchos inmigrantes que, a pesar de haberse adaptado a su nueva vida en los Estados Unidos, no olvidan sus raíces ni el deseo de volver a ver a sus seres queridos en su tierra natal.

Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.