La Green Card, o tarjeta de residencia permanente, es un documento clave para los inmigrantes en Estados Unidos. Esta identificación otorga a su titular el derecho a vivir y trabajar de manera permanente en el país, un estatus codiciado por miles de personas de todo el mundo. A lo largo de los años, ha pasado por múltiples cambios de diseño y color, pero siempre ha mantenido su importancia como símbolo de un estatus legal en el país.
En enero de 2023, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por siglas en inglés) introdujo una versión rediseñada de la tarjeta. Este nuevo modelo incorpora tecnología avanzada, como imágenes holográficas y tinta ópticamente variable, pero conserva el tradicional fondo verde en su diseño. Sin embargo, lo curioso es que, a lo largo de la historia, no siempre fue de color verde. A lo largo de las décadas, ha adoptado diferentes colores, lo que plantea la pregunta: ¿por qué se le conoce como green card?
EL ORIGEN DEL NOMBRE GREEN CARD
Para comprender por qué se llama Green Card, es necesario hacer un recorrido por la historia de este documento. El concepto de un documento que acreditara a una persona como residente permanente en los Estados Unidos comenzó en 1940, con la promulgación de la Ley de Registro de Extranjeros. Esta ley requería que todos los extranjeros presentes en el país se registraran, y como resultado, el gobierno emitió una tarjeta de recibo de registro a los que cumplían con la normativa.
Las primeras versiones de esta tarjeta eran de color blanco, y aunque no estaba destinada a los residentes permanentes, se convirtió en el precursor de la futura Green Card. No fue sino hasta después de la Segunda Guerra Mundial, en 1946, cuando el gobierno comenzó a emitir una documentación específica para los residentes permanentes, el Formulario I-151, que se imprimió en papel verde.
EL VALOR SIMBÓLICO DE LA TARJETA VERDE
El cambio de color a verde en el I-151 resultó ser muy significativo para los inmigrantes. Para ellos, esta tarjeta representaba mucho más que un simple documento: era prueba tangible de su estatus legal en el país y de su derecho a vivir y trabajar en Estados Unidos de forma permanente. El color verde pasó a ser un símbolo de seguridad y estabilidad, ya que los titulares podían demostrar su estatus ante las autoridades y disfrutar de los beneficios que otorgaba.
En la década de 1950, la importancia de la tarjeta verde se consolidó cuando el gobierno de Estados Unidos introdujo regulaciones que permitían a los extranjeros demostrar su admisión legal mediante el uso del I-151. Este documento se convirtió en un símbolo del estatus de residente permanente, y su color verde era lo que lo diferenciaba de otros documentos de inmigración. De ahí surgió el uso generalizado del término Green Card.

LA TRANSICIÓN DE COLORES EN LAS DÉCADAS SIGUIENTES
Aunque el color verde comenzó a ser tan asociado con la tarjeta que ya no era necesario referirse a ella por su nombre completo, las autoridades continuaron modificando el diseño y el color con el paso de los años. A partir de 1964, el I-151 cambió a varios tonos de azul, pero el apodo Green Card permaneció vigente entre los inmigrantes y el público en general.
La razón por la que el nombre se mantuvo, incluso cuando el color de la tarjeta ya no era verde, tiene que ver con la fuerte asociación emocional y simbólica que se había creado entre los inmigrantes y el color de la misma. Aunque en 1977 el I-151 fue reemplazado por el I-551, un nuevo modelo más seguro, el término continuó utilizándose para referirse al documento.
EL RETORNO DEL VERDE Y LA CONSOLIDACIÓN DEL NOMBRE
A lo largo de los años, las tarjetas I-551 fueron de diferentes colores, incluidas versiones en rosa y en rosa con azul. Sin embargo, en 2010, el USCIS decidió volver a introducir el color verde en el diseño de la tarjeta. Esta nueva versión de la green card conservó el tradicional fondo verde, pero con un diseño más moderno y tecnología avanzada, lo que reflejaba los avances en seguridad y el proceso de inmigración.
Este regreso al verde fue un guiño al origen del nombre, pero la tarjeta continuó adoptando otros colores en su diseño. A pesar de los cambios, la green card mantuvo su lugar como uno de los documentos más importantes para los inmigrantes en Estados Unidos. El nombre ya no depende del color exacto de la tarjeta, sino de su simbolismo y de su significado en la vida de quienes la poseen.
El término ha trascendido más allá del ámbito legal e inmigratorio, convirtiéndose en un término de uso común en la cultura popular. En películas, series de televisión y conversaciones cotidianas, es un símbolo de esperanza y oportunidad para millones de personas en todo el mundo que buscan un futuro mejor en Estados Unidos.

Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.