
La ciudad de Pomona despertó el último martes con más que noticias; despertó con miedo. Una redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) sacudió a la comunidad inmigrante local tras la detención de varios jornaleros frente a un Home Depot. Pero lo que comenzó como un operativo más del gobierno federal terminó golpeando el corazón de una familia: Martín Majin-Leon, barbero de 58 años, desapareció sin dejar rastro ese mismo día... o eso creían.
FUE ARRESTADO DE UN MOMENTO A OTRO
Martín lleva dos décadas cortando cabello en el mismo local, en el mismo vecindario, con la misma sonrisa. Su barbería, un pequeño negocio familiar, se convirtió con los años en un punto de referencia en Pomona. Cuando el martes por la mañana no abrió como de costumbre, su hijo Miguel sintió que algo no estaba bien. La barbería cerrada, el celular sin respuesta, y el silencio, pesaron como una mala premonición.
Miguel, que trabaja justo al lado, tomó la decisión de revisar las cámaras de vigilancia antes de derribar la puerta. Y allí encontró la verdad: su padre no estaba desaparecido, había sido detenido por agentes federales, con armas en mano, en plena mañana. La escena quedó grabada y con ella, el miedo se volvió realidad. No fue un crimen lo que sacó a Martín de su barbería. Fue su estatus migratorio.
La familia pasó horas desesperadas sin información. Llamaron a ICE, a la Patrulla Fronteriza, a la policía local. Nadie daba respuestas. Recién después de más de 24 horas, una llamada del Consulado de México les confirmó que Martín estaba detenido en Calexico, cerca de la frontera. Pero aún hoy no saben cómo está, si toma sus medicamentos para la diabetes y la hipertensión, ni cuánto tiempo pasará encerrado.

LA HISTORIA DEL BARBERO INMIGRANTE EN EE. UU.
Martín llegó a Estados Unidos en 1987. Fue deportado en 2009 tras el rechazo de su solicitud de residencia, pero regresó en 2012 para reunirse con su esposa y sus siete hijos. Desde entonces, su vida ha sido simple y sin sobresaltos: trabajo, familia y comunidad. “¿Por qué a mi papá?”, se preguntó Miguel con los ojos llenos de rabia. “Trump dijo que quería deportar criminales. Mi papá no es uno”, agregó.
La familia sospecha que la redada fue consecuencia de una reciente gestión de Martín en el DMV para renovar su licencia. Al cambiar su dirección, temen que su información haya sido compartida con autoridades migratorias. “Sentimos que el sistema nos traicionó”, dijo Miguel. “Papá confió, y eso fue lo que lo expuso”, añadió.
Mientras tanto, el operativo de ICE en Pomona ya tiene sus propias cifras: al menos diez personas fueron detenidas, algunas con antecedentes, otras simplemente por estar allí en el momento equivocado. Pero lo que no muestran los reportes oficiales es el daño colateral: el trauma de las familias, la desconfianza que siembra en las comunidades y la sensación de que ningún lugar es seguro.

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.