El bote de Powerball crece hasta que se gana (Foto: AFP)
El bote de Powerball crece hasta que se gana (Foto: AFP)
/ MARK RALSTON
El bote de Powerball crece hasta que se gana (Foto: AFP)
Autor Enzo Mori
Enzo Mori

En lo que va del año 2025, ya ha cambiado la vida de dos afortunados en Estados Unidos, reavivando una de las preguntas más antiguas alrededor de la lotería: ¿hay una estrategia secreta para ganar o simplemente todo depende de la suerte? La emoción se mantiene viva sorteo tras sorteo, especialmente en lugares como Puerto Rico y todo el territorio estadounidense, donde millones de jugadores se atreven a soñar en grande.

El año 2024 dejó claro que ganar no es imposible, aunque sigue siendo extraordinariamente difícil. Nueve personas lograron quedarse con los codiciados premios, incluyendo un afortunado en Oregón que se llevó nada menos que US$1,326 millones, el mayor premio registrado ese año, según informó Capital USA. Sin embargo, por cada ganador, millones de boletos terminan siendo apenas un suspiro más en la inmensidad del azar.

Powerball cuesta US$2 por jugada. En Idaho y Montana, Powerball se combina con Power Play por un precio mínimo de compra de US$3 por jugada (Foto: AFP)
Powerball cuesta US$2 por jugada. En Idaho y Montana, Powerball se combina con Power Play por un precio mínimo de compra de US$3 por jugada (Foto: AFP)

TEORÍAS Y ESTRATEGIAS PARA “GANARLE AL SISTEMA”

Nicholas Kapoor, profesor de la Universidad de Fairfield en en Connecticut, sostuvo que comprar más boletos efectivamente aumenta las probabilidades de ganar. Claro, el precio también sube, y no hay ninguna garantía de recuperar lo invertido. Es una apuesta que mejora las chances, pero que sigue estando muy lejos de asegurar el éxito.

Por su parte, desde Harvard, el profesor Mark Glickman ofreció otro consejo: evitar fechas personales como cumpleaños o aniversarios. ¿Por qué? Porque esos números suelen repetirse entre muchos jugadores, y si llegas a ganar, es más probable que termines compartiendo el premio. Glickman recimendó usar los Quick Picks, combinaciones aleatorias generadas por el sistema, para reducir la posibilidad de tener que dividir el bote.

Otro enfoque popular es participar en ambos sorteos disponibles de Powerball, aumentando así las oportunidades. Sin embargo, como coinciden varios expertos, esta práctica también significa gastar más. La clave, según Glickman, es clara: jugar solo cuando el premio acumulado sea realmente grande y siempre recordar que, más que una inversión, la lotería debe ser vista como un entretenimiento.

Los sorteos se realizan todos los lunes, miércoles y sábados a las 10:59 p.m. hora del este (Foto: AFP)
Los sorteos se realizan todos los lunes, miércoles y sábados a las 10:59 p.m. hora del este (Foto: AFP)

LA REGLA MÁS IMPORTANTE ES JUGAR CON CUIDADO

Hasta abril de 2025, Powerball ya ha coronado a dos grandes ganadores: uno en Oregón, que el 18 de enero se llevó US$328,5 millones, y otro en California, quien el 29 de marzo ganó un espectacular premio de US$526,5 millones. Dos historias que alimentan el imaginario colectivo de que “sí se puede”, aunque las matemáticas digan que las probabilidades sigan siendo remotas.

El juego, sin embargo, puede tener un lado oscuro. Como advierte el historiador Jonathan D. Cohen en su libro For a Dollar and a Dream, los estadounidenses gastan más dinero en boletos de lotería que en cigarrillos o teléfonos móviles. Una cifra asombrosa que demuestra hasta qué punto la ilusión puede llegar a dominar las decisiones financieras si no se la maneja con responsabilidad.

Al final del día, la mejor estrategia es simple: jugar con mesura. Establecer un presupuesto, no gastar más de lo que uno puede permitirse perder y mantener siempre los pies en la tierra. Porque aunque algunas tácticas pueden mejorar marginalmente las posibilidades o evitar compartir el premio, la verdad es que Powerball sigue siendo, por encima de todo, un juego de azar.

SOBRE EL AUTOR

Periodista con experiencia en redacción y creación de contenido digital. Soy licenciado de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Trabajé en medios de comunicación y agencias de marketing. Experiencia también como fotógrafo en campos deportivos.