El Seguro Social de los Estados Unidos es una de las instituciones más importantes en el país, ya que gestiona el pago de pensiones a más de 71 millones de beneficiarios. Esta red de apoyo económico es esencial para las personas jubiladas, discapacitadas o sobrevivientes, quienes dependen de estos pagos para cubrir sus necesidades básicas. Sin embargo, existen situaciones en las que algunos de estos beneficiarios tienen deudas con entidades gubernamentales, lo que puede llevar a medidas de descuento de su pensión mensual.
Una de las medidas más comunes que toma la Administración del Seguro Social (SSA) cuando un beneficiario incurre en deudas es solicitarle al empleador que reduzca un porcentaje de los ingresos netos del afiliado. Esto es especialmente relevante cuando la deuda está relacionada con impuestos u otras obligaciones financieras con el gobierno. Esta intervención es una forma de asegurar que los pagos se realicen, y al mismo tiempo, proteger el bienestar económico del beneficiario.
¿CUÁNTO DINERO ME PUEDEN DESCONTAR DEL SEGURO SOCIAL SI DEBO IMPUESTOS?
Cuando un beneficiario del Seguro Social tiene deudas con entidades gubernamentales, la SSA tiene la facultad de aplicar un descuento a su pensión mensual. Esta rebaja se basa en un porcentaje que puede variar según la cantidad de la deuda. En general, si la deuda es inferior o moderada, el descuento puede ser del 15% de los ingresos netos del ciudadano. Es importante señalar que esto se calcula sobre el ingreso neto, es decir, después de deducir impuestos y seguros privados.
No obstante, en caso de que la deuda sea considerable, el recorte puede llegar hasta un 25% de los ingresos netos. Esta medida es más severa y se aplica cuando el monto adeudado es significativo o no se han hecho esfuerzos suficientes para resolver el dinero que se adeuda. Es importante destacar que el porcentaje exacto depende de la situación particular de cada beneficiario y del acuerdo con las autoridades pertinentes.
Existen ciertos criterios que deben cumplirse para que estos descuentos sean implementados de forma legal. En primer lugar, el beneficiario debe estar activo en el programa de autosuficiencia y debe tener disponible su número de seguridad social. Además, la deuda debe ser de al menos US$200 y debe estar vencida. Es decir, no se aplica a recientes que aún no han vencido, y se requiere que la deuda sea significativa antes de que la SSA actúe.
Otro requisito fundamental es que el beneficiario no debe haber sido separado involuntariamente de su empleo ni debe tener una apelación pendiente relacionada con la deuda. Estos criterios aseguran que las medidas de descuento sean aplicadas de manera justa y dentro de los límites legales establecidos. Además, la deuda debe haberse adquirido después de que el beneficiario cumpliera los 18 años, lo que garantiza que no se apliquen descuentos por deudas contraídas en la infancia.
Estas medidas, aunque a menudo necesarias para asegurar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y financieras, pueden resultar difíciles para los beneficiarios, quienes dependen de los pagos mensuales del Seguro Social para subsistir. La reducción de hasta el 25% de su pensión puede tener un impacto significativo en su capacidad para cubrir sus necesidades básicas, lo que plantea un dilema para muchos de los que se encuentran en esta situación.
A pesar de los desafíos, la SSA establece estas medidas con el fin de proteger tanto los intereses del gobierno como los del beneficiario. Sin embargo, es esencial que los afiliados mantengan sus cuentas al día y busquen soluciones a sus deudas antes de que se apliquen estos descuentos, para evitar posibles dificultades económicas adicionales.
Bachiller en Periodismo de la Universidad Jaime Bausate y Meza. Con siete años de experiencia en medios de comunicación escritos, tanto en ediciones impresas como digitales. Actualmente redacto para el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.