Uno pensaría que, después de tantos años de lucha por los derechos civiles y humanos en Estados Unidos, habría cosas que ya no estarían en debate, como el derecho de cualquier niño a recibir educación, pero parece que no es así. Resulta que en pleno 2025, hay decisiones que parecen arrancadas de otra época y que afectan directamente a los más inocentes de todos: los niños. Y para colmo, estos movimientos vienen de los políticos y representantes que deben buscar el beneficio de las comunidades.
Cuando uno es testigo de que una familia luchar para salir adelante con lo poco que tiene, este tipo de noticias no se reciben con la cabeza, sino con el corazón, causando una enorme empatía. Y sí, este es uno de esos casos que duelen a muchos debido a que hay un estado que está tratando de eliminar la educación pública gratuita a los niños que no tengan un estatus migratorio adecuado.
EL ESTADO QUE ESTÁ EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA
El Senado estatal de Tennessee acaba de aprobar una propuesta que, en pocas palabras, permitiría a las escuelas públicas rechazar a estudiantes si sus familias no pueden probar su estatus legal en el país. Incluso podrían llegar a cobrar matrícula si no hay documentación que acredite residencia legal. El proyecto fue aprobado con 19 votos a favor y 13 en contra, en una cámara dominada por el Partido Republicano.
Este intento legislativo no es cualquier cosa. Busca ir directamente en contra de una decisión histórica de la Corte Suprema de Estados Unidos: el caso Plyler vs. Doe (1982), en el que se determinó que era inconstitucional negar educación pública a los niños por su estatus migratorio. Desde entonces, esa decisión ha protegido a miles de niños en todo el país. Pero ahora, desde Tennessee, se lanza un desafío directo a ese precedente.
El senador republicano Bo Watson, quien respalda esta iniciativa, dijo que este proyecto representa “la voz del pueblo ejercida a través de sus funcionarios electos”, en contraposición a lo que él llama la “imposición” de la Corte Suprema hace más de 40 años. Pero, honestamente, uno se pregunta: ¿qué tipo de pueblo quiere cerrarles las puertas de la escuela a los niños?
No todos los republicanos estuvieron de acuerdo. De hecho, siete de ellos votaron en contra del proyecto, y algunos lo hicieron visiblemente afectados. El senador Ferrell Haile, también republicano, dijo algo que me quedó resonando: “No creo que sea correcto castigar a los niños por el error de sus padres”, mientras citaba pasajes bíblicos para apoyar su postura.
Las políticas migratorias en Estados Unidos se han intensificado con la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump (Foto: EFE)
/ LAS REACCIONES Y QUÉ ES LO QUE SIGUE TRAS LA APROBACIÓN DEL PROYECTO
Poco después de la votación, un grupo de manifestantes fue expulsado de la galería pública del Senado. Entre ellos había niños. Sí, niños que tal vez no entienden del todo lo que está pasando, pero que ya sienten en carne propia el rechazo. Es difícil imaginar lo que puede pasar por la mente de un chico al escuchar que quizás ya no podrá ir a la escuela como sus compañeros.
Aún no es ley porque la propuesta todavía debe pasar por la Cámara de Representantes estatal, donde existen algunas diferencias con el texto del Senado. Luego de eso, tendría que ir al despacho del gobernador republicano Bill Lee, quien no ha hecho comentarios al respecto, pero tampoco tiene historial de vetar leyes aprobadas por la legislatura.
Tennessee no es el único estado con ideas similares en la mesa. Este mismo año han aparecido propuestas parecidas en Texas y Oklahoma, aunque en ninguno de esos casos se ha avanzado tanto como aquí. Todo parece indicar que el clima político nacional, impulsado por figuras como Donald Trump, ha hecho que ciertos sectores se sientan con más libertad para impulsar medidas radicales como esta.
