En un dramático suceso que ha dejado a una mujer de la tercera edad de Santa Ana, California, devastada, presuntos estafadores le arrebataron más de $30,000 bajo el pretexto de necesitar ayuda para cobrar un boleto ganador de la lotería. El hecho ocurrió el pasado 1 de noviembre en la intersección de las calles Broadway y 15, convirtiéndose en otro triste episodio de estafa. Esta es la historia que se ha hecho viral en las redes sociales.
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La víctima, quien prefirió mantener su identidad en el anonimato, relató entre lágrimas y rabia que una mujer se le acercó solicitando ayuda. Argumentando ser indocumentada y enferma, narró una historia desgarradora sobre quistes en los ovarios que requerían una operación urgente. Conmovida, la mujer accedió a ayudar, sin sospechar que caería en una trampa bien elaborada.
Poco después, un hombre bien vestido, supuestamente médico, se unió al grupo, ofreciendo su colaboración para que se de la transacción. Juntos abordaron un automóvil con la intención de ayudar a la mujer enferma a cobrar un boleto de lotería que afirmaban tener un valor superior a $1 millón.
La trama dio un giro desastroso cuando llegaron a la casa de la víctima. En un acto de confianza, la mujer entregó la suma asombrosa de $35,000 y joyas, esperando recibir $100,000 a cambio. Sin embargo, la prometida fortuna resultó ser un cruel engaño. Los estafadores abandonaron a la mujer en la calle, despojándola no solo de sus ahorros de toda la vida, sino también de documentos personales.
La afectada, visiblemente afectada por la traición, denunció el incidente a la policía de Santa Ana. Los sospechosos, ambos de origen latino, son descritos como un hombre calvo y alto de entre 40 y 50 años, acompañado por una mujer delgada de aproximadamente 20 años, cuyo acento sugiere procedencia de un país centroamericano.
“Eran mis ahorros de toda la vida desde que trabajé”, dijo la afectada, según consignó Telemundo52.
Lamentablemente, este tipo de estafas dirigidas a personas vulnerables, especialmente mujeres de la tercera edad, son recurrentes. La víctima, con voz entrecortada, emitió un mensaje directo a los estafadores: “Tengan vergüenza, vayan a trabajar y no estafen a la gente”.