De paseo por el gran mercado de Doha

Souq Waqif se ha convertido en el epicentro turístico de la Copa del Mundo. Las diversas delegaciones y barras se quedan maravilladas con la riqueza arquitectónica y la gran oferta de joyas, artesanías, ropa y, cómo no, diversos alimentos.

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Fundado a finales del siglo XIX, pero remodelado y puesto en valor en el 2006, por estos días es el punto de reunión de los turistas que han cruzado océanos para vivir la fiesta del fútbol mundial. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)
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Solo un ídolo como Lionel Messi puede despertar tantas locuras. En Sudamérica hay un pedido unánime: verlo campeón. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)
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Cuenta con cerca de 1,200 establecimientos que ofertan una cantidad innumerable de ropa y souvenirs. El Mundial lo ha acaparado todo. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)
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Junto a los argentinos, los mexicanos son la barra más llamativa en Qatar 2022. Adonde quiera que van llevan sus tradiciones. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)
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Una familia se relaja con shisha, una pipa para fumar tabaco de distintos sabores. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)
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La barra senegalesa es una las más numerosas de los países africanos. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)
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La comida es un atractivo poderoso. Pero algunos, como este heladero, realizan una performance para deleitar a su público. (Foto: Daniel Apuy / enviado especial El Comercio)