Perú cayó ante Dinamarca en el debut. Ahora deberá vencer a Francia y Australia para pasar de fase. (Foto: EFE)
Perú cayó ante Dinamarca en el debut. Ahora deberá vencer a Francia y Australia para pasar de fase. (Foto: EFE)
Arturo León

La zona mixta es el espacio donde los periodistas se encuentran con los jugadores después de un partido. Ellos salen del lugar donde están los vestuarios y nosotros los esperamos en un zona especial para gente de prensa. La organización arma un camino especial. Los futbolistas la recorren y se van encontrando con nosotros. El salón de conferencias, donde se sienta Gareca, está por otro lado, muy cerca de ahí. 

Ha pasado casi una hora desde que terminó el vs. y todavía no aparecen los jugadores peruanos. La primera figura en salir fue Pione Sisto. El jugador danés del Celta de Vigo está vestido de negro y arrastra una maleta carry on de color blanco. Le hacemos unas preguntas en inglés, responde y luego nos deja para atender a la prensa danesa, mayoría en el Mordovia Arena.

André Carrillo se asoma. Ahí nomás se esconde. No sabemos si los jugadores de la selección pasarán por la zona mixta. Especulamos con que no lo harán, que se retirarán por otro lado. La derrota ha sido dura y lo último que quieren hacer es conversar con periodistas. Eso es lo que ronda por nuestra cabeza. En la mía y la de los colegas presentes.

Estamos equivocados. Lo sabemos porque Adrián Vaccarini, preparador físico de la selección, está caminando delante de nosotros. Detrás de él vienen todos. Carrillo decide no hablar. Se le ve tranquilo, pero tocado. Le pregunto a Yoshimar si se puede detener a declarar. Con un gesto cordial me indica que no. Los rostros de los jugadores dicen mucho. Ellos están con la cabeza en alto y nos miran. No nos esquivan.

Rodríguez, el capitán, se detiene. Tiene el ojo derecho morado. Es el mismo Alberto de siempre. Está contando que se encuentra triste, pero su cara nos dice otra cosa. Nos dice que el equipo tiene confianza. Que todavía faltan 180 minutos. Lo que hicieron en el Mordovia Arena ha sorprendido a todos. Justo cuando entré a la zona mixta me encontré con un periodista danés. “Hemos ganado de milagro”, me dice.

La mayor atención se la llevó Cueva. Era obvio. Nadie imaginó que se detendría a conversar con los periodistas. Lo hizo con mucha madurez. No daba señales de estar derrotado, destruido o decepcionado. Sus respuestas no eran cortantes. Tampoco se incomodó o contestó con monosílabos. En Christian hay fe. Fe porque Perú dejó todo, generó muchas ocasiones de gol y mereció ganar. Cueva pasó la página del penal apenas iniciado en el segundo tiempo. Tras el pitazo, fue el jugador que más corrió para intentar robar la pelota a los daneses.

Está tan fuerte el grupo que el respaldo al hombre del Sao Paulo fue inmediato. El primero en hablarle, en el campo de juego, fue Paolo. “Tenía que buscarlo y decirle que todo está bien. Se va a recuperar rápido”, dice el delantero. Es otro de los jugadores referentes que se detuvo a responder preguntas. La palabra que más mencionó el ‘9’ fue Francia. Su mente está puesta en el siguiente partido. Nos declara sin problemas. No está fastidiado. Al contrario, se explaya.

El trabajo psicológico se nota.

No logré escuchar a Jefferson pero también se paró a declarar. El equipo está bien. Triste, sin dudas, pero unido y confiado. El domingo será un día más. Regresarán al Arena Kimhi. Harán las bromas de siempre. Están entrenados de cuerpo y mente.

Contenido sugerido

Contenido GEC