El 16 de diciembre de 2023, un tribunal del Vaticano condenó al otrora poderoso cardenal italiano Angelo Becciu a cinco años y seis meses de cárcel por delitos financieros al final de un juicio histórico. (Foto de ANDRÉS SOLARO / AFP)
El 16 de diciembre de 2023, un tribunal del Vaticano condenó al otrora poderoso cardenal italiano Angelo Becciu a cinco años y seis meses de cárcel por delitos financieros al final de un juicio histórico. (Foto de ANDRÉS SOLARO / AFP)
/ ANDREAS SOLARO
Milagros Asto Sánchez

El cardenal italiano pasó de ser una de las figuras más poderosas de la Curia romana a ser destituido abruptamente por fraude financiero en el 2020, en uno de los mayores escándalos que sacudieron a la Iglesia Católica en los últimos años. El , que emprendió una reforma de las finanzas del Vaticano, lo despojó de sus privilegios como purpurado, entre ellos el derecho de participar en futuros cónclaves. Una decisión que Becciu ahora quiere desoír pues insiste en participar en la votación para elegir al nuevo heredero del trono de San Pedro.

Becciu, quien llegó a ser el número tres de la Santa Sede, fue el primer cardenal juzgado por un tribunal penal del Vaticano. Cayó en desgracia cuando salió a la luz la opaca compra por unos 382 millones de dólares de un edificio de lujo en el corazón londinense, en Sloane Avenue, una antigua sede de las galerías Harrods en Chelsea, uno de los barrios más ricos de la ciudad. Según la fiscalía, la transacción, gestionada por la Secretaría de Estado (máximo órgano administrativo del Vaticano), generó cuantiosas pérdidas para el Vaticano al enriquecer a intermediarios.

Acusado de malversación de fondos, fraude, lavado de dinero, corrupción y abuso de poder, fue condenado en diciembre del 2023 a 5 años y 6 meses de cárcel en un juicio histórico que duró dos años y medio. Pero el mayor golpe para Becciu llegó por decisión de Francisco.

El pontífice, que modificó la ley vaticana para permitir que el cardenal fuera juzgado en un tribunal penal vaticano, lo suspendió y destituyó en setiembre del 2020 de su cargo como jefe de la Congregación para las Causas de los Santos del Vaticano, despojándolo de los “derechos asociados al cardenalato”.

Aunque conservó el título de cardenal, perdió el derecho a entrar en un futuro cónclave y pesa sobre él una inhabilitación “perpetua” para ejercer cargos en la Santa Sede.

Becciu no era un miembro de la Curia cualquiera. Fue el Sustituto de la Secretaría de Estado entre el 2011 y el 2018, período en el que este ministerio invirtió en el fondo que adquirió la propiedad londinense. Aquel 2018, antes de que se hiciera público el escándalo, Francisco lo nombró cardenal y al año siguiente prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos.

FILE — Cardinal Angelo Becciu talks to journalists during press conference in Rome, in this Friday, Sept. 25, 2020 file photo. Pope Francis authorized spending up to 1 million euro to free a Colombian nun kidnapped by al-Qaida-linked militants in Mali, Becciu testified at the Vatican's big financial fraud trial Thursday, May 5, 2022, revealing previously top secret negotiations that Francis authorized to hire a British security and intelligence firm to find the nun and pay for her liberation. (AP Photo/Gregorio Borgia)
FILE — Cardinal Angelo Becciu talks to journalists during press conference in Rome, in this Friday, Sept. 25, 2020 file photo. Pope Francis authorized spending up to 1 million euro to free a Colombian nun kidnapped by al-Qaida-linked militants in Mali, Becciu testified at the Vatican's big financial fraud trial Thursday, May 5, 2022, revealing previously top secret negotiations that Francis authorized to hire a British security and intelligence firm to find the nun and pay for her liberation. (AP Photo/Gregorio Borgia)
/ Gregorio Borgia

Durante el proceso se reveló también que Becciu ingresó donaciones de 125.000 en la cuenta de una asociación, vinculada a la Cáritas sarda de Ozieri, su lugar natal, y que en ese momento presidía uno de sus hermanos.

“El escándalo protagonizado por Becciu fue un bache bastante notorio y decepcionante para el papa Francisco. Primero porque el cardenal era parte del equipo de mayor confianza que él tenía. Y por otra parte porque manchó todo este proyecto de transparencia que Francisco inició desde el inicio de su pontificado. Escándalos de este tipo evidentemente debilitaron la buena intención que tenía el Papa en relación al tema financiero”, dice a El Comercio Juan Fonseca, historiador y profesor de Teología de las Religiones en la Universidad del Pacífico.

¿Sin lugar en el cónclave?

La sanción de Francisco sobre Becciu es clara para las autoridades que dirigen el proceso del cónclave. De hecho, el italiano no figura en la lista oficial de 135 cardenales menores de 80 años considerados electores del nuevo Papa, pese a que él tiene 76.

Por eso, la polémica se instauró cuando el purpurado italiano se presentó el martes 22 en la asamblea de cardenales diciendo que tenía derecho a participar.

Becciu, que siempre ha insistido en su inocencia y está a la espera de que se resuelva la apelación que presentó a la sentencia en su contra, defiende que Francisco no suspendió sus deberes de cardenal.

La oficina de prensa del Vaticano aseguró que todos los cardenales, incluido Becciu, pueden participar en las congregaciones, las reuniones preparatorias, pero que el cónclave tiene otras reglas.

“Llamándome al último consistorio [asamblea de cardenales por el nombramiento de nuevos purpurados], el Papa ha reconocido mis prerrogativas cardenalicias, en cuanto a que no ha habido una voluntad explícita de excluirme del cónclave ni la petición de una renuncia explícita por mi parte por escrito. La lista [de cardenales con poder de decisión en el cónclave] publicada por la Santa Sede no tiene ningún valor y hay que tomarla por lo que es”, declaró en las últimas horas Becciu al diario “Unione Sarda”.

La congregación general de los cardenales deberá decidir sobre la reivindicación de Becciu, quien ya es el protagonista de la primera polémica del cónclave para suceder al papa Francisco.

Fonseca considera insólito que Becciu insista en participar en el cónclave porque en la Iglesia Católica siempre se ha privilegiado el respeto a ciertas formalidades y también una cultura que busca evitar enfrentamientos y escándalos públicos. “Considero que el cardenal tiene razón en el sentido de que tal vez no haya ninguna norma concreta que prohíba su participación, pero se esperaba que a partir de lo planteado por el papa Francisco, él, por decisión propia, evitara participar. En realidad es bastante insólito”, afirma.

Por el momento, destaca el experto, existe cierta ambigüedad en la interpretación de la sanción que pesa sobre Becciu, quien, en última instancia, estaría buscando limpiar su nombre.

“En todo caso, dependerá de cómo los cardenales electores tomen esa presencia, que de hecho va a ser bastante incómoda. Yo creo que lo que debe estar pasando ahora es que algunos de los cardenales más influyentes están tratando de convencerlo de que insistir en participar no es lo más conveniente, porque va a ser un asunto que empañará el proceso. Yo creería que finalmente él va a ceder. Tal vez le van a ofrecer algún tipo de compensación. Yo asumo que lo que él quiere es reivindicarse, porque siempre ha defendido su inocencia, aunque probablemente esta no es la mejor manera”, agrega.

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