Gisella López Lenci

Desde febrero, Arabia Saudita se ha convertido en un orgulloso anfitrión. Su capital, Riad, es ahora el punto neurálgico de las negociaciones más complejas de los últimos años, y ha colocado su confianza en la mesa para que funcionarios rusos, ucranianos y estadounidenses intenten ponerse de acuerdo en acabar con una guerra que ya sobrepasó los tres años.

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