Benedicto XVI se dio un golpe en la cabeza durante su viaje a México en marzo del pasado año, al chocar contra el lavabo de su baño y se hizo una pequeña herida, pero ese hecho no supuso que tomara la decisión de renunciar al Pontíficado, afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.
El diario italiano La Stampa desveló hoy esa caída y aseguró que tras ella el Pontífice decidió su renuncia, la cual comunicó el pasado lunes.
De la caída no se supo nada hasta hoy, y aunque Lombardi dijo que no desmentía al diario, fórmula usada para confirmar indirectamente el hecho, le quitó importancia y dijo que el accidente en ningún momento influyó en la histórica decisión.
Según el diario, un prelado narró que en la mañana del 25 de marzo de 2012, último día de estancia en la ciudad mexicana de León y mientras se encontraban en la residencia de monjas donde se alojaba, Benedicto XVI apareció con sangre en el pelo.
Inmediatamente sus colaboradores le preguntaron qué le había sucedido y contó que no se había caído, sino que había chocado contra el lavabo cuando entró en el baño a oscuras y buscaba el interruptor de la luz, sin lograrlo.
La herida fue de poca consideración, según el prelado, y el Papa siguió con su agenda y los médicos y colaboradores no comentaron nada. Del percance nunca se supo hasta ahora.