
Nayib Bukele ha dedicado los últimos días a promocionar el sistema penitenciario de El Salvador. Como si de spots publicitarios se tratara, compartió videos que muestran a miles de presos en largas filas trabajando ordenadamente en lo que parece ser un enorme taller textil. Otros reos aparecen haciendo labores de carpintería e incluso construcción. “El Salvador es duro con la criminalidad, pero también tiene el mejor programa de reinserción del mundo”, dice una voz que acompaña las imágenes. Es un mensaje para el exterior, como demostró el inédito ofrecimiento que el mandatario hizo esta semana a EE.UU. durante la visita a San Salvador del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.
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Bukele ofreció recluir en su megacárcel estrella a migrantes indocumentados detenidos por crímenes graves en EE.UU., e incluso a ciudadanos estadounidenses. La propuesta sin precedentes se concretaría a cambio de una tarifa “relativamente baja” de la que aún no hay detalles. “Ningún país ha hecho jamás una oferta de amistad como esta”, dijo Rubio, quien mostró afinidad con el jefe de Estado salvadoreño. “Si tuviéramos derecho legal a hacerlo, lo haría de inmediato”, reaccionó Donald Trump desde la Casa Blanca.
We have offered the United States of America the opportunity to outsource part of its prison system.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 4, 2025
We are willing to take in only convicted criminals (including convicted U.S. citizens) into our mega-prison (CECOT) in exchange for a fee.
The fee would be relatively low for… pic.twitter.com/HTNwtp35Aq
The best prison system in the world.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 7, 2025
El mejor sistema penitenciario del mundo. pic.twitter.com/2Q7UEZDJpk
El presidente salvadoreño, reelegido el año pasado con un 80% de votos, se ha labrado una imagen de enemigo del crimen por su mano dura contra las pandillas y la drástica disminución de los asesinatos violentos durante su gestión, lograda gracias a un polémico régimen de excepción, impuesto hace casi tres años y que, según organizaciones y medios independientes, ha supuesto violaciones de derechos humanos. Bukele ha convertido a las cárceles en símbolos de su fuerza. Los programas de reinserción no están disponibles para violadores y asesinos.

El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), al que se suele llamar megacárcel y se considera la más grande de América Latina, acaba de cumplir dos años de funcionamiento y ya es un claro símbolo de la estrategia de Bukele. No sorprende que el líder salvadoreño haya ofrecido a Trump recluir a sus presos deportados en esa prisión, con capacidad para más de 40.000 reos.
“Si la política de seguridad insignia de Bukele es el régimen de excepción, el Cecot es la joya de la corona de su estrategia de seguridad. Bukele ha abierto esa prisión a agencias internacionales, a youtubers y a influencers que llegan desde varios lugares del mundo para ver a los delincuentes más peligrosos de América Latina. Paradójicamente, esos son los presos que viven más tranquilos, las violaciones de los derechos humanos se dan contra quienes no son pandilleros y están en otras cárceles del país”, dice a El Comercio el periodista independiente salvadoreño Fernando Romero.

¿Cuán viable es?
Aunque la oferta de Bukele tienta a Washington, ella enfrenta varias trabas en el ámbito legal. Rubio lo puso en estos términos: “Obviamente hay asuntos legales por considerar. Tenemos una Constitución, tenemos todo tipo de cosas, pero es una oferta muy generosa”.
40% of our prison population is already repaying its debt to society.
— Nayib Bukele (@nayibbukele) February 1, 2025
In return, they receive a shorter sentence and learn a skill.
This program is NOT available for rapists and murderers.
They will help us build roads, hospitals, and schools; they will manufacture our… pic.twitter.com/q26cQ1RqMJ
El diario “The New York Times” explica que los analistas ven poco probable que un plan de estas características se sostenga en los tribunales, sobre todo cuando afecta a ciudadanos estadounidenses.
Donde sí es una victoria segura es en las relaciones públicas, pues ambos mandatarios tienen agendas que priorizan la seguridad. Para Bukele, no solo se trata de una excelente opción de negocios, sino que es una oportunidad para consolidarse como un importante aliado de Trump en la región en momentos en que el mandatario estadounidense tiene varias escaramuzas con sus pares por su manejo de la inmigración.
- En Ecuador, el presidente Daniel Noboa construye una cárcel “al estilo Bukele”. Se trata de una prisión de máxima seguridad denominada como la ‘cárcel del encuentro’. Se prevé que albergue a unos 800 reos.
- Es una de las dos prisiones que Noboa pretende construir para enfrentar la crisis penitenciaria que vive Ecuador, donde entre el 2021 y el 2024 más de 500 reclusos murieron en motines.
Romero destaca que Bukele sigue usando bastante bien su estrategia mediática. Por ejemplo, señala que los programas de reinserción a los que acceden los presos se han dado por lo menos en los últimos cuatro gobiernos salvadoreños. “Mucho de lo que se ve en El Salvador hoy no son políticas nuevas, sino políticas que han sido mejor publicitadas. Mucho ya se hacía hace diez años o más, pero Bukele es el primer presidente que ha puesto cámaras para mostrarlo. Él busca promocionarse a sí mismo, vender su imagen hacia afuera”.
Más allá de si EE.UU. logrará enviar a sus presos a El Salvador, el ofrecimiento de Bukele abre la puerta a que otras naciones del continente golpeadas por la inseguridad quieran mandar a sus reos más peligrosos al pequeño Estado centroamericano. Romero ve esa idea inviable, pues en algún punto el Cecot vería rebasada su capacidad. “Y esto solo podría darse en el Cecot. Hasta lo que se conoce, es la única cárcel que ofrece máxima seguridad. La situación en los demás centros penales de El Salvador es bastante opaca”.
Gabriel Labrador
Periodista de El Faro y relator para la libertad de expresión de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES)
- ¿Qué buscan Bukele y Trump planteando públicamente esta posibilidad?
A Bukele le conviene mostrarse como un amigo de la administración Trump dispuesto a todo, porque con Joe Biden las relaciones entre ambos países se enfriaron y cayeron en su peor momento. Bukele ha dicho que ahora las cosas volvieron a su cauce y hemos visto un alineamiento discursivo, pero también en acciones de San Salvador con la agenda de Trump. Y Trump también gana. Él necesita demostrar que está dispuesto a todo. Su campaña se centró en la delincuencia y la migración, y al identificar a un presidente latino que resuelve esas cosas, él asume ese proyecto. Trump se quiere beneficiar de ese mensaje también.
- ¿Ve viable que se concrete la propuesta?
No lo creo. Para empezar, hay un tema constitucional en EE.UU. que se tiene que evaluar, el mismo Rubio dijo que la oferta es generosa, pero que hay asuntos legales que sopesar. En EE.UU. ya se reporta que una decisión así se congelaría a través de órdenes judiciales que impedirían que haya traslados de gente hacia El Salvador. Es decir, puede haber una orden ejecutiva, pero en EE.UU. el sistema de contrapesos es bastante fuerte. Por ahora es todo una danza de símbolos.
- ¿Otros países podrían querer mandar a sus presos a El Salvador?
Creo que cualquier país que quiera hacerlo va a enfrentar los mismos problemas legales. Y no solo es la parte legal, de fondo hay temas de derechos humanos, convenciones, tratados. Pero si lo hace EE.UU., los demás países lo van a intentar. Bukele ya ofreció en el pasado recibir a miembros del Tren de Aragua que extradite EE.UU. a Venezuela si Maduro no los recibe.