Milagros Asto Sánchez

Nayib Bukele ha dedicado los últimos días a promocionar el sistema penitenciario de El Salvador. Como si de spots publicitarios se tratara, compartió videos que muestran a miles de presos en largas filas trabajando ordenadamente en lo que parece ser un enorme taller textil. Otros reos aparecen haciendo labores de carpintería e incluso construcción. “El Salvador es duro con la criminalidad, pero también tiene el mejor programa de reinserción del mundo”, dice una voz que acompaña las imágenes. Es un mensaje para el exterior, como demostró el inédito ofrecimiento que el mandatario hizo esta semana a EE.UU. durante la visita a San Salvador del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio.

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