Del “globo espía” al discurso de Biden: qué tan tensa queda la relación entre EE.UU. y China (y por qué es difícil que escale más)

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Aunque centró su pronunciamiento anual ante el Congreso centrándose en la política interna de Estados Unidos, Biden lanzó un contundente aviso a Beijing. “Como dejamos claro la semana pasada, si China amenaza nuestra soberanía, actuaremos para proteger nuestro país. Y lo hicimos”, dijo la noche del martes.

La advertencia no pasó desapercibida. El ministerio chino de Relaciones Exteriores afirmó que defenderá “con firmeza la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo de China”.

Beijing admitió días atrás que el globo le pertenece, pero dijo que se había extraviado y que se usa para fines meteorológicos, no para espionaje.

En medio del aumento de la tensión, Estados Unidos acusó este miércoles a China de haber estado trabajando desde hace años en un “programa” de globos espía que ya han sobrevolado varias regiones, incluida Latinoamérica, y señaló que hasta la fecha tienen conocimiento de que cinco aparatos de este tipo han sobrevolado su territorio.

“Este es un programa en el que los chinos han estado trabajando durante varios años. Ellos (los chinos) han intentado mejorarlo, lo han hecho crecer y lo han incrementado, todo con el objetivo de obtener información de inteligencia”, dijo John Kirby, uno de los portavoces de la Casa Blanca.

Palabras necesarias

Aunque la mención a China en el discurso de Biden llegó cuando la alocución ya estaba bastante avanzada -el mandatario se concentró en los logros económicos de su Administración y estuvo más enfocado en la política doméstica- los expertos destacan la contundencia que utilizó el demócrata.

“Las palabras de Biden sobre China en su discurso le suben los puntos en Estados Unidos, en el sentido de que la gente quería ver un presidente que se exprese en esos términos de codena porque China cometió una torpeza tremenda con el globo, sobre todo en un momento como este en el que hay tanta desconfianza hacia el régimen político chino”, dice a El Comercio María Puerta Riera, analista internacional y profesora de Ciencias Políticas en el Valencia College de Orlando.

Recuerda, además, que el incidente del globo es muy reciente y que en la opinión pública estadounidense, la oposición utilizó el episodio para arremeter contra Biden al acusarlo de debilidad o de tener algún interés para favorecer a China. “Todo esto tiene que ver con una dinámica interna y con la estrategia política y electoral del Partido Republicano de acusar a Biden de tener algún interés y de no hacerle frente a las amenazas de China”, añade.

Tampoco se puede perder de vista que Estados Unidos, y el gobierno de Biden en particular, ha definido a China como la principal amenaza a la seguridad de Estados Unidos.

Eduardo Gamarra, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Internacional de Florida, explica que la preocupación se da por la expansión china en Latinoamérica, en África y en el resto del mundo, la postura china sobre Hong Kong y Taiwán y por el hecho de que gran parte de la producción, incluso norteamericana, en los últimos 30 años se fue hacia China.

“Hoy la estrategia es lograr reubicar gran parte de esa producción en Estados Unidos o por lo menos en este hemisferio, en particular el tema de los famosos semiconductores que son absolutamente necesarios para los vehículos y toda maquinaria electrónica moderna”, comenta a este Diario.

¿Recomponer la relación?

Para los expertos, el incidente del globo dejó en claro que la tensión que hay entre China y Estados Unidos es muy profunda, pero también muy compleja.

Para Puerta, no se trata solamente de un tema de espionaje, sino de una creciente tensión entre dos poderosos adversarios en varios frentes como el comercial, el tecnológico y el político.

En este contexto, considera que este tipo de incidentes solo hace más profundo el antagonismo en momentos en que a Estados Unidos le interesa bajar las tensiones con China porque el gigante asiático sigue creciendo en lo político, en términos de su influencia, sobre todo en Latinoamérica y aprovechando la coyuntura en Ucrania.

“Yo creo que Biden entiende que tiene que proteger su economía y, sobre todo, la seguridad nacional de su país, y por eso tiene que tatar de ponerle ciertos frenos a China en esa aspiración de acaparar tecnología, de todos los temas de la balanza comercial, Biden tiene que tratar de alcanzar cierto margen de maniobra”, dice Puerta.

Sin embargo, la analista enfatiza que una vez sentada su posición, Biden debe ahora recomponer la situación porque -explica- dentro del esquema de relaciones económicas que Estados Unidos tiene, incluso con regímenes como el chino, es importante llegar a un momento de equilibrio, que en este momento no se ve.

En el discurso del Estado de la Unión

Apoyo a Ucrania y sin mención a los documentos

• El tema de la guerra en Ucrania, el presidente estadounidense dijo que ese conflicto evoca las imágenes de "muerte" y "destrucción" que Europa sufrió en la Segunda Guerra Mundial y prometió que Estados Unidos apoyará Ucrania "el tiempo que sea necesario" para luchar contra la invasión rusa.
• Pese a que en las últimas semanas han sido el centro del rifirrafe político en Estados Unidos, los papeles clasificados que el presidente y otros políticos guardaron de manera indebida no tuvieron ni una sola mención en el discurso del Estado de la Unión.

“Es importante reconstruir estas relaciones sobre una base de respeto y ahí es donde están las dificultades. La situación está bien cuesta arriba en este momento porque no sabemos si lo del globo fue un accidente, un error o algo intencional, y con la opacidad que hay sobre el tema es difícil saberlo. Biden hizo lo que tenía que hacer, pero ahora toca recomponer eso”, apunta.

No es un detalle menor que el incidente del globo obligara a cancelar una visita a Beijing del secretario de Estado de Estados Unidos, una cita que era considerada clave en los esfuerzos para mejorar las relaciones entre ambas potencias.

En la misma línea, Gamarra hace hincapié en que la relación entre China y Estados Unidos ha venido cambiando de forma interesante porque “China, como todo país, va a defender sus intereses. Pero, a la vez, en este contexto, considerando particularmente la guerra entre Rusia y Ucrania y dónde estamos geopolíticamente hoy, las relaciones entre China y Estados Unidos deben mejorar y lo que entiendo de parte de la Administración Biden es que existe la intención de, por lo menos, reabrir conversaciones y tener una relación normal entre dos superpotencias”.

Aunque considera que es probable que el espionaje chino continúe, el analista cree que Estados Unidos no va a permitir simplemente que las conversaciones se reanuden sin, por lo menos, algún tipo de promesa de parte de China de no volver a hacer este tipo de cosas.

“Yo creo que en este momento ambos países están haciendo un juego de palabras, de relaciones públicas, pero inevitablemente van a volver a la mesa y van a conversar. No se puede exagerar diciendo que se viene la tercera guerra mundial, nada de eso va a suceder”, concluye.