Katrina Shangreaux fue sentenciada a 40 años de prisión por asesinar a golpes a su pequeño hijo de dos años por haber “mojado la cama”. La brutal golpiza ocurrió en Dakota del Sur, Estados Unidos hace dos años.
El juez Jeffrey Viken describió la muerte de Kylen como un crimen “horrible, depravado y humillante”.
En su testimonio, Shangreaux admitió haber golpeado al niño con un cinturón con tachas, luego, lo tiró al piso y le siguió propinando golpes en la cabeza y en el abdomen.
La mujer también habría quemado el cuerpo de Kylen con cigarrillos.
Shangreaux también admitió haberse enojado aún más después de que este la llamara 'Angie', en referencia a una tía paterna que tuvo la custodia del pequeño durante un año.
Después de la paliza, la mujer esperó tres horas para llamar al 911 y decir que el pequeño “no respiraba” porque “se había ahogado tomando jugo de manzana”.
En ese momento, la abuela del pequeño, Sonya Dubray, habría ayudado a su hija a limpiar la escena del crimen, según detalla AP.
Para la asistente de la fiscal federal, Sarah Collins, los golpes dejaron al bebe de 2 años con hemorragia abdominal, cerebral, costillas rotas y los genitales mutilados.
El registro médico confirma que el menor contaba con más de 111 lesiones externas y tenía cerca del 70% del cuerpo cubierto de hematomas.
Antes de ser arrestada, Shangreaux huyó a Nebraska y luego a Dakota del Sur. La mujer declaró ante la corte que antes del ataque consumió alcohol y analgésicos porque “tuvo un mal día”.