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Busque Susana Maiolo en YouTube y verá a una mujer que salta una valla de seguridad y se abalanza sobre Benedicto XVI hasta que un calvo gigante la embiste y la arrastra al suelo como una mosca. Ese es Domenico Giani, el responsable de seguridad de la Gendarmería vaticana, o simplemente el escolta personal del Papa.


Hasta el 2006 la tarea de cuidar al pontífice estaba en manos del legendario Camilo Cibin, quien durante 58 años veló por la seguridad de 6 Papas, afrontando los atentados contra Pablo VI en Filipinas y contra Juan Pablo II en Roma. La designación de Giani como su sucesor tomó por sorpresa a todos.

Y es que Giani es más un académico que un agente policial. Nacido en 1962, se licenció en Pedagogía en la Universidad de Siena y luego ingresó a la Guardia Financiera que es una rama de las Fuerzas Armadas italianas dedicada a delitos económicos. Ideal para conocer por dentro a la mafia. En 1999 se unió al Servicio Vaticano de la Policía y 7 años después recibió el encargo de la seguridad papal.

El momento en que Susana Maiolo se abalanza sobre Benedicto XVI en la basílica de San Pedro del Vaticano durante la Misa del Gallo del 2009.

“La sombra”, como lo llaman en el Vaticano, tiene a su cargo 130 agentes en Roma, muchos de los cuales lo han acompañado a Santiago de Chile y vendrán luego al Perú. Giani estuvo un par de veces en la capital chilena antes de la visita e hizo lo propio en Lima y el resto de ciudades donde viajará el papa Francisco. Su misión era conocer cada rincón. Por algo los que lo conocen dicen que es un Google Map andante.

Giani suele formar un rectángulo alrededor del papamóvil. Los hombres más altos están siempre a los costados para dificultar la mira de un posible francotirador. Atrás van agentes armados y los de adelante tienen la misión de abrirse fácilmente para que ante cualquier emergencia las motos marquen la ruta de escape.

(Foto: AFP)
(Foto: AFP)

El traslado del papamóvil en Santiago será seguido por dos helicópteros y alrededor de 10 vehículos, entre camionetas y motos de los carabineros. Sin contar ambulancias. Pero nadie le presta más atención a Francisco que Giani, el guardián del enviado de Dios en la tierra.

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