El mayor Jong Il Hyon pertenece a uno de los nueve escuadrones antibombas que efectúan actividades en Corea del Norte. (Foto: AP)
El mayor Jong Il Hyon pertenece a uno de los nueve escuadrones antibombas que efectúan actividades en Corea del Norte. (Foto: AP)
Redacción EC

Sesenta y cuatro años después de que su guerra con llegara a su fin, continúa desenterrando miles de bombas, proyectiles de mortero y munición viva de diverso tipo.


Durante los 10 años que ha retirado proyectiles de artillería enterrados que datan de la Guerra de Corea, el mayor Jong Il Hyon ha perdido a cinco de sus colegas debido a explosiones.

El oficial lleva consigo un encendedor que le obsequió uno de sus compañeros antes de morir. También tiene una cicatriz en la mejilla izquierda resultado de la desactivación fallida de una bomba.

Prácticamente todos los artefactos explosivos son de fabricación estadounidense, pero como más de 12 países pelearon al lado de Estados Unidos de vez en cuando aparecen municiones de esas naciones, subrayó Jong.

“Los expertos aseguran que la eliminación de toda la munición de artillería sin estallar tardará 100 años, pero creo que se necesitará más tiempo”, señaló Jong en entrevista con The Associated Press en un lugar en construcción en las afueras de Hamhung, la segunda ciudad más grande de Corea del Norte, donde varios trabajadores desenterraron en febrero un proyectil de mortero oxidado, pero aun potencialmente mortífero.

En octubre pasado, 370 proyectiles más fueron retirados del patio de una escuela primaria en una zona cercana.

Según Jong, su escuadrón antibombas es uno de los nueve que efectúan actividades en Corea del Norte. Cada provincia cuenta con su escuadrón especial de este tipo.

La unidad de Jong recuperó el año pasado 2.900 artefactos explosivos abandonados, como bombas, proyectiles de mortero y munición viva de artillería. En lo que va del año han retirado unas 1.200 piezas, afirmó.

Por fortuna, solo unas cuantas personas han resultado heridas en los últimos años. Sin embargo, Jong dijo que un chico de 11 años perdió varios dedos al estallarle una bomba que había encontrado y con la que jugaba en mayo pasado.

Corea del Norte es sólo uno de los muchos países que continúa lidiando con el legado de proyectiles de artillería sin estallar.

Tan solo en Asia, Vietnam, Camboya, Laos e incluso Japón tienen grandes cantidades de este tipo de artefactos sin explotar.

La Guerra de Corea, una de las más brutales de todos los tiempos, duró tres años y terminó con un armisticio temporal el 27 de julio de 1953.

Prácticamente todas las 22 ciudades principales de Corea del Norte quedaron terriblemente dañadas y cientos de miles de civiles perdieron la vida durante los intensos bombardeos estadounidenses de gran escala.

El tonelaje de bombas lanzadas sobre Corea del Norte fue casi el mismo total que Estados Unidos arrojó sobre Japón durante la Segunda Guerra Mundial.

Corea del Norte es posiblemente el segundo país más bombardeado en la historia después de Camboya.

Para 1952, los bombardeos fueron tan amplios que la fuerza aérea de Estados Unidos se había quedado sin objetivos que valieran la pena.

Fuente: AP

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