
Donald Trump no deja de sacudir la política internacional. Esta vez no por alguna frase polémica contra algún adversario, sino por haber publicado un video en sus redes sociales (Truth Social e Instagram) que ilustra su visión de una franja de Gaza transformada en un lujoso balneario mediterráneo. Las imágenes, creadas con inteligencia artificial (IA), muestran un futuro utópico para el enclave palestino, reconstruido como un destino turístico de élite con rascacielos, hoteles de lujo y playas de aguas turquesas.
El material audiovisual, que ha sido reproducido más de 33 millones de veces en Instagram, ha generado una fuerte controversia y ha sido visto como una provocación política en un contexto de tensiones persistentes en Medio Oriente.
Una Gaza utópica
El video de 33 segundos presenta un contraste impactante: comienza con escenas de una Gaza devastada por la guerra, donde ciudadanos deambulan entre escombros y edificios en ruinas. Luego, la narrativa cambia abruptamente hacia una visión futurista con rascacielos modernos, hoteles de lujo y playas paradisíacas.
Entre los personajes retratados se observa a Elon Musk, actual asesor del mandatario republicano, al que se ve disfrutando del mar e incluso lanzando billetes al aire. También es posible distinguir al propio Trump en situaciones extravagantes, como bailando en una discoteca o relajándose junto al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en una piscina.
Un breve tema de música electrónica acompaña las imágenes con una letra en la que se pronostica el cambio que podría sufrir el devastado territorio pasando d los túneles y el horror al brillo del sol y la prosperidad que lo convertiría en lo que denominan “Trump Gaza Number 1”.
La visión de Trump y su impacto político
Hace unas semanas, Trump sugirió convertir Gaza en una “Rivera de Oriente Medio” bajo control estadounidense. Para llevar a cabo su plan se tendría que reubicar a la población gazatí, de aproximadamente 2 millones, en países vecinos como Egipto y Jordania.
Según esa visión, Washington desempeñaría el papel de “inversor en esa parte del mundo” y no necesitaría desplegar tropas sobre el terreno, ya que la seguridad y el suministro de cuanto fuera necesario estaría en manos de Israel.
Trump reiteró en varias ocasiones que su idea era que el reasentamiento de los ciudadanos locales fuera permanente, aunque la Casa Blanca ha tratado desde entonces de modular el mensaje y ha declarado que el traslado sería una medida temporal durante la reconstrucción, que calcula que requerirá al menos entre 10 y 15 años.
Pese a que la publicación del video muestra que el tema está muy presente en la agenda del republicano, la oposición de gran parte de la comunidad internacional y de organizaciones de derechos humanos hace evidente que se trata de una visión extremadamente compleja de lograr.
El internacionalista Roberto Heimovits advierte a El Comercio que el plan de Trump no es viable si ningún país árabe está dispuesto a recibir a los palestinos de la franja de Gaza. “Mientras ningún país árabe quiera recibir a los palestinos de Gaza, solamente queda como un plan y no tiene posibilidad de ser aplicado”, explica.
Heimovits añade que, incluso si se lograra un acuerdo para la reubicación de los palestinos, el grupo terrorista Hamás representa un obstáculo insalvable. “Mientras Hamás mantenga el control de la franja, va a seguir lanzando ataques contra Israel. Su ideología contempla la destrucción de Israel y, en tanto esté en control de Gaza, Israel va a seguir reaccionando en defensa propia y lo que se reconstruya muy probablemente va a volver a ser destruido”, afirma.
El internacionalista también considera que la visión de una Gaza próspera no es del todo inverosímil, pero está condicionada a un cambio de liderazgo. “Si la población palestina de la franja lograra librarse de Hamás, no hay motivo por el cual esa zona no se podría desarrollar con los mismos palestinos adentro y convertirse en un lugar bastante próspero”, argumenta.
Agrega que la Ribera Occidental, gobernada por la Autoridad Nacional Palestina, tiene un ingreso per cápita tres o cuatro veces superior al de Gaza. “La franja podría ser un lugar mucho más desarrollado con los mismos palestinos adentro, pero esto no va a suceder en tanto que los palestinos de la franja no logren librarse de la tiranía de Hamás”, puntualiza.

Rechazo internacional
La visión de Trump para el enclave palestino ha sido criticada por líderes internacionales, quienes la ven como una propuesta inviable y una violación del derecho internacional, llegando a calificarla de “limpieza étnica”.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, respondió a Trump recordando que “toda deportación o transferencia forzada de personas sin base legal está estrictamente prohibida”. Türk añadió que “la autodeterminación es un principio fundamental y debe ser protegida por todos los Estados”.
La negativa al plan también es especialmente tajante entre los países árabes, que ven en la propuesta una amenaza para la estabilidad en su región, un intento de limpieza étnica y el probable fin definitivo de la solución de dos Estados.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abás, ha recordado que la franja de Gaza es “parte integral” del Estado palestino. “No permitiremos que los derechos de nuestro pueblo sean violados”, declaró Abás.
Por su parte, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), reconocida internacionalmente como representante del pueblo palestino, ha asegurado que solo la solución de dos Estados es “garantía de estabilidad, seguridad y paz”.
Hamás: el gran obstáculo
Uno de los mayores problemas para llevar a cabo el sueño de Trump es Hamás, el grupo armado palestino que controla Gaza. Hamás desencadenó la guerra que devastó Gaza tras el ataque a Israel el 7 de octubre del 2023.
Heimovits sostiene que la única solución viable pasa por erradicar a Hamás: “Si se quiere convertir Gaza en un lugar próspero, lo único que queda es derrotar completamente a Hamás en el plano militar y en el plano político quitarle el control de la franja”.
“Mientras Hamás esté en control de Gaza, no va a haber reconstrucción en el largo plazo. Las principales víctimas del Hamás van a seguir siendo la propia población palestina”, advierte.

El video compartido por Trump ha reavivado el debate sobre la situación de Gaza y ha generado un intenso debate global. A medida que crece la controversia, la comunidad internacional observa con cautela los próximos movimientos del presidente estadounidense, preguntándose si su propuesta es una estrategia política o una visión real para la franja de Gaza.