Gisella López Lenci

La imagen era más que elocuente. Los hombres más ricos y poderosos del planeta estaban en primera fila en la Rotonda del Capitolio para presenciar a pocos centímetros de distancia la investidura de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos. El mensaje fue potente: mostrar al mundo la nueva alianza entre el flamante gobierno y las gigantes tecnológicas, las empresas multimillonarias que más influyen en nuestro día a día.

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