Escasez impide que madres venezolanas reciban obsequios
Escasez impide que madres venezolanas reciban obsequios

En medio de violentas protestas, una escasez cada vez más aguda y una inflación excesiva en los productos de primera necesidad, las madres venezolanas celebran su día. Los principales comercios de la capital venezolana informan sobre la limitada venta de regalos para las madres, debido principalmente a la que viven los venezolanos.

"Tenemos infinidad de visitantes que hoy no pueden comprar calzado, vestidos y prendas a precios por encima de 1500 bolívares (cerca de S/.600). Muchos se quejan de y altos precios. Otros llevan lo más económico", afirma Ramón Ojeda al sitio web de "El Universal". Ojeda es un comerciante que trabaja en el boulevard Sabana Grande, uno de los sectores de esparcimiento y compra más importantes de la capital. 

Una buena opción para los caraqueños parecen ser las flores, testimonio de eso dan los comerciantes ubicados en la avenida Francisco Solano López, donde cientos de ellos se apostan y muestran más optimistas. "Tenemos variedad de arreglos a precios muy accesibles", afirma la vendedora Mariela Morales.

Los comerciantes de joyas también registraron grandes pérdidas, debido a la dificultad que tienen los venezolanos por comprar sus productos, preocupados comentaron que las ventas están por los suelos.

"Se perdió la costumbre por conseguir un buen regalo para mamá. El poder adquisitivo no da para comprar obsequios en Caracas. Todo se gasta en comida, si es que se consigue, porque hay muchos anaqueles vacíos", asegura el propietario de una joyería a "El Universal".

Aparentemente, el centro de Caracas ofrece los precios más cómodos para los ciudadanos, aunque los productos no sean de óptima calidad. Las tiendas que venden ropa para dormir se vieron repletas por el bajo precio que estas tenían. "Nuestras ventas son regulares", comentan los encargados. "Son regalos que duran poco", indica Rosa Ortega, compradora caraqueña. 

En los municipios de Chacao y Sucre, la situación parece peor que en el centro de la capital, ahí las ventas no son bajas pues ni siquiera se registran. La imagen de ciudadanos observando las vitrinas y retirándose rapidamente se repite en cada tienda. "Todo está carísimo. Me tocará celebrar el día de la madre encerrada en mi casa. Prepararé algo de comer, si no falla el suministro de agua, y listo", cuenta apenada Mildred Campos, vecina del municipio de Sucre.

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