Un avión que luchaba contra el incendio forestal en Portugal se estrelló. (Foto referencia: AFP)
Un avión que luchaba contra el incendio forestal en Portugal se estrelló. (Foto referencia: AFP)
Redacción EC

El comandante de Protección Civil de Portugal, Vítor Vaz Pinto, desmintió las informaciones sobre la caída de uno de los aviones que combaten en el fuego en Portugal, aunque admitió que recibieron esa noticia y enviaron efectivos a la zona del supuesto accidente.

"No tengo conocimiento de la caída de ningún avión" que haya sido contratado o que estuviese al servicio de la Autoridad Nacional de Protección Civil (ANPC), dijo Vaz Pinto en rueda de prensa.

No obstante, admitió que se enviaron equipos de búsqueda a la zona, en las proximidades de Ouzenda, en el término municipal de Pedrogão Grande, donde -dijo- había una caravana abandonada con botellas de gas en su interior que pudo haber explotado y crear "confusión". 

Miles de bomberos luchan desde la semana pasada contra un voraz incendio en Portugal.

Mientras que protección civil esperaba controlar hacia el final de la mañana el incendio que devasta desde el sábado la región de Pedrogao Grande, el fuego ganó fuerza cerca de algunos pueblos del norte de la zona, de donde emanaban espesas humaredas.

La polémica creció en torno a la situación de la carretera nacional 236, en la que 47 personas murieron el sábado, 30 de las cuales atrapadas en sus vehículos, rodeadas por el fuego. Entre estas, muchas familias que volvían de bañarse en un río.

El primer ministro, Antonio Costa, exigió "aclaraciones rápidas" a la gendarmería, cuya actuación gestionan los rescatados.

Una superviviente contó a la televisión que los gendarmes habían dirigido a una parte de las personas que huían hacia un eje tomado por las llamas, mientras que ellas intentaban llegar a la carretera IC8, una vía rápida cercana.

"Cuando llegamos al nivel de la IC8, los militares no nos dejaron pasar. Como nos pidieron que continuáramos nuestro camino [hacia la carretera 236], pensamos que la carretera estaría fuera de peligro, pero no lo estaba", declaró Maria de Fatima.

Los gendarmes tendrán que explicar "porqué la carretera nacional 236 no fue cerrada a la circulación" pero también si "las autoridades competentes" indicaron que esta vía "era una alternativa a la carretera IC8", que estaba cerrada, según una circular firmada por el jefe del gobierno.

--- 'Situación grave'---

Sobre el terreno, el incendio más virulento causaba estragos en Gois. "Hemos visto una situación grave, que podría volverse gravísima", declaró Lurdes Castanheira, la alcaldesa, que teme que las llamas "pongan en peligro a la población". Once aldeas del municipio tuvieron que ser evacuadas, incluyendo una residencia de ancianos.

"Desgraciadamente, hay gente que se empeña en seguir en sus casas, no tienen en cuenta lo que ha pasado en Pedrogao Grande [donde hubo gente que murió en sus viviendas]. Dicen que tienen mangueras y agua", declaró preocupada la alcaldesa.

En esta zona, "el incendio se ha desarrollado muy rápidamente, es una situación que nos plantea muchos problemas", había declarado a media jornada Vitor Vaz Pinto, responsable de Protección Civil, que esperaba que las temperaturas llegaran a alcanzar los 43 ºC.

Con todo, el 85% del incendio de Pedrogao Grande estaba controlado, según él, gracias a la acción de 1.200 bomberos, 400 vehículos y 17 aviones antiincendios.

En el conjunto del país, más de 2.000 bomberos estaban movilizados en un centenar de focos.

El martes, el balance era de 64 muertos y 157 heridos, siete de los cuales, de gravedad.

--- 'Nadie vio un solo bombero' ---

Las críticas aumentaban también en las aldeas, donde los habitantes se quejaban de no haber sido auxiliados.

"El sábado por la tarde, nadie vio un solo bombero mientras ardía el fuego. La gente está muy enfadada por eso", explicó Isidro Silva, de 59 años, propietario de un molino en Graca, admitiendo que la situación se había vuelto difícil por la rapidez con la que se propaga el fuego, atizado por un intenso viento.

En Carreira, Jose Antonio Jesus Marques, de 66 años, consideró que las autoridades locales deberían facilitar "un vehículo de bomberos" permanente en las localidades pequeñas. Como muchos otros, él tampoco vio bomberos hasta el domingo, cuando los eucaliptos de su casa ya se habían quemado.

También a debate, el problema de los eucaliptos, altamente inflamables. Para Joao Camargo, experto de cambio climático citado por Publico, estas plantaciones industriales no reguladas son en gran parte responsables del problema.

"Estas últimas décadas, hemos visto un aumento en la frecuencia de los incendios forestales" en Portugal, más que en otros países del sur de Europa, afirmó.

Las llamas consumieron ya casi 26.000 hectáreas de bosque, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales.

Fuente: Agencias

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