Milagros Asto Sánchez

Las gigantescas explosiones en el puerto de Beirut han llenado al mundo de imágenes terribles. La tragedia, que se debió a la deflagración de cerca de 3.000 toneladas de nitrato de amonio en la capital del Líbano, también ha alertado al mundo sobre el correcto manejo de sustancias tóxicas y peligrosas y las consecuencias de no tomar acciones a tiempo.