“Puede haber un estallido social profundo en Venezuela”
“Puede haber un estallido social profundo en Venezuela”

Dos veces fue a Venezuela el año pasado para visitar a Leopoldo López, líder opositor encarcelado desde febrero del 2014, y dos veces el Gobierno Venezolano le cerró el paso. Desde entonces, Andrés Pastrana calificó al régimen de Nicolás Maduro como una dictadura. En Lima, donde participó anoche en el coloquio internacional Educación y Desarrollo hacia el 2021 organizado por la USIL, el ex mandatario de Colombia advirtió que todo puede ponerse peor.

— El Parlamento venezolano ha declarado la ruptura del orden constitucional...
Lo dijimos hace año y medio. Pero lo visto en la sesión del domingo de la Asamblea Nacional (AN), la forma en que se usurparon sus funciones y en que hordas chavistas ingresaron frente a los ojos de la Guardia Nacional (GN), eso no tiene ninguna explicación. El golpe de Estado al Legislativo es evidente.

— ¿Por qué sigue siendo tibia la respuesta de la comunidad internacional?
Es muy triste que, viendo lo que sucede en Venezuela, los presidentes de la región no activen la Carta Democrática. Más allá de la instalación de una mesa de diálogo, que yo celebro, esta semana se tiene un escenario preciso para hacerlo [este fin de semana se realiza en Cartagena la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado]. También Mercosur y Unasur pueden aplicar mecanismos contra las violaciones de este gobierno. Si alguien está dejando solos a los venezolanos, son justamente los mandatarios de la región.

— ¿Teme que la crisis social se agudice con la suspensión del referéndum? ¿O la instalación de la mesa podrá calmar las aguas?
Lo segundo está por verse. Sobre lo primero, al paso que va el gobierno y con tantas violaciones, puede haber un estallido social de dimensiones gigantescas. La AN hizo un llamamiento a las FF.AA. para evitarlo, pero la violencia ocurre frente a la pasividad de la GN y de los organismos de seguridad del Estado. El mundo sabe que no hay comida, que hay problemas de abastecimiento y salud, que hay niños que mueren por falta de medicinas. América Latina parece no estar viendo lo que sucede.

— ¿La salida del poder de Nicolás Maduro es la única vía para acabar con la crisis?
Todo tiene que hacerse dentro de la Constitución. Hasta hoy la oposición no ha cruzado las líneas rojas que marcan la ley. El referéndum está estipulado en la Constitución, lo respetó [Hugo] Chávez antes y no lo respeta Maduro ahora.

— ¿Y qué hacer cuando el mismo gobierno no respeta la Constitución? 
Es llamativo y plausible que la oposición haya encauzado todo el descontento en paz, no le da ninguna excusa al gobierno. Toca a los presidentes de la región hacer las exigencias. Por eso, es bueno que el secretario general de la OEA, Luis Almagro, haya sido tan duro respecto a la aplicación de la carta. Hoy más que nunca está demostrado que en Venezuela hay una dictadura.

— En Colombia siguen acaso con mayor inquietud lo que ocurre debido a la vecindad. ¿Qué temen?
Tenemos inquietud por la suerte de los millones de colombianos que viven en Venezuela, por la relación de las FARC con los narcos del Cártel de los Soles y por desplazamientos en la frontera. ¿Colombia está preparada para recibir a 30 mil o 40 mil refugiados de un día para otro? Muy difícil.

—La paz esquiva—
— Vayamos a su país y al proceso de renegociación con las FARC. ¿Qué pasa con el acuerdo de paz?
Hoy no existe el acuerdo de paz, es lo que no entienden algunos funcionarios del gobierno. El acuerdo estaba presupuestado sobre la condición de ganar el plebiscito, quedó en embrión.

— ¿Y hay que rehacer todo?
Hay que construir sobre lo construido. No es que vamos a tirar a la basura los acuerdos de La Habana. Tenemos que mirar en qué estamos de acuerdo. ¿En el 20%, el 40%, el 60%?

— Dígamelo usted. 
Estamos mirando eso. Hay temas que necesitan cambios mínimos, pero hay otras líneas rojas que no se pueden cruzar, marcadas por la Constitución. 

— ¿Pero aterrizando en el acuerdo cuáles son esas líneas rojas?
Una de ellas es la de la justicia. El tribunal de justicia especial para la paz no puede suplantar la justicia colombiana. Si hoy el presidente de la República comete un delito, lo juzga la Corte Suprema, ¿pero esa corte no es buena para juzgar a un guerrillero? No lo entendemos.

— ¿La participación y elegibilidad política es otra? 
Las FARC han aprobado convertirse en un partido político. Pues que comiencen a hacer política y con reglas de juego iguales para todos. ¿Por qué darles 10 curules automáticas, 16 circunscripciones, un canal de TV y 31 emisoras?

— ¿Los del No quieren sentarse en la mesa de renegociación en Cuba con el gobierno y las FARC?
Discrepo con [Álvaro] Uribe en que la mesa debe ser tripartita. Propongo que, como en las conversaciones para los TLC, los del No tengamos presencia en el cuarto de al lado o un testigo en la mesa, con voz pero sin voto.  

— ¿El Nobel de la Paz a Santos ha sido merecido o apresurado? 
[Suspira] A ver, hace poco un colega suyo me dijo: “¿A usted le sorprendió el Nobel?”. Y yo le respondí: “¿A quién no?”. Pero bueno, esto compromete mucho más al presidente. 

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