El patriarca Kirill, jefe de la Iglesia Ortodoxa rusa. (EFE).
El patriarca Kirill, jefe de la Iglesia Ortodoxa rusa. (EFE).
Redacción EC

Moscú. La  anunció el lunes en Minsk que rompe sus relaciones con el Patriarcado de Constantinopla, líder de la comunidad ortodoxa mundial, después de su decisión de reconocer una iglesia ortodoxa independiente en . Se trata del más grande cisma ortodoxo desde 1054, cuando la Iglesia de Oriente rompió con el Papa de Roma.

"Ya no podemos celebrar más oficios conjuntos, nuestros sacerdotes no podrán más participar en las liturgias con las jerarquías del Patriarcado de Constantinopla", declaró a periodistas el metropolitano (obispo) Hilarion, encargado de la diplomacia del Patriarcado de Moscú, al final del sínodo de la Iglesia Ortodoxa rusa.

"Nosotros no podremos mantenernos en contacto con esta Iglesia, que está en un estado de cisma", agregó.

Hilarion precisó que esta ruptura completa de los "lazos eucarísticos" significaba también que los fieles del Patriarcado de Moscú no podrán más comulgar en las iglesias bajo jurisdicción del Patriarcado de Constantinopla.

El Patriarcado de Moscú, que denunció un "cisma" y una "catástrofe", advirtió que podrían producirse problemas en Ucrania entre partidarios de las dos iglesias rivales.

Reacciones

El Kremlin anunció que sigue con "atención" y "preocupación" la crisis en las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa rusa y el Patriarcado de Constantinopla, y confía en que "la sabiduría prevalezca" sobre las divergencias entre las dos instituciones.

"Naturalmente, seguimos con mucha atención y gran preocupación el desarrollo de las relaciones entre la Iglesia Ortodoxa rusa y el Patriarcado Ecuménico", dijo a la prensa el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.

Peskov subrayó que el Kremlin confía en que "la sabiduría prevalezca" en las relaciones entre ambas instituciones religiosas, pero también pidió que se respeten los "intereses de la Iglesia Ortodoxa Rusa".

Por otra parte, recalcó que el Estado ruso no se entromete en asuntos de la Iglesia, pero "como se trata de una de las principales religiones en Rusia, la relación de la IOR con otras iglesias no le es indiferente".

Mientras, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, se mostró convencido de que la decisión de la Iglesia rusa no hace más que dar la razón a las políticas de Kiev, y advirtió de que la IOR se está aislando ella misma del mundo ortodoxo.

"Han tomado la senda del autoaislamiento y conflicto con todo el mundo ortodoxo", proclamó el dirigente ucraniano durante una reunión con emisarios del Patriarcado de Constantinopla en Kiev.

A la vez, anunció que propondrá al Parlamento aprobar el uso de la Iglesia de San Andrés, en el centro de Kiev, por parte del Patriarcado de Constantinopla para la celebración de sus servicios religiosos.

Fuente: AFP / EFE

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