La Iglesia de Satán lamenta el incendio en la catedral de Notre Dame. (AFP).
La Iglesia de Satán lamenta el incendio en la catedral de Notre Dame. (AFP).
Redacción EC

La Iglesia de Satán, uno de los cultos satanistas más populares, reconocido oficialmente como religión en Estados Unidos, lamentó el incendio de la , el icónico templo de París que se incendió el lunes dejando graves daños.

Mediante su cuenta de Twitter, la Iglesia de Satán se mostró "apenada" por la pérdida "de este tesoro histórico y arquitectónico".




"Lamentamos la pérdida de este tesoro histórico y arquitectónico. Fue un monumento al genio de los que lo diseñaron y construyeron, y lloramos con París y con todos los que se deleitaron con su esplendor", escribieron.

"Pasé varias horas allí a mediados de los años 70, la recorrí, subí una torre y escuché al organista Pierre Cochereau practicar. Fue una experiencia muy conmovedora, contemplando toda la historia que vivió", agregaron, al citar al Sumo Sacerdote de la Iglesia de Satán, Peter H. Gilmore.

AFP.
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De acuerdo con "Clarín", la Iglesia de Satán es un culto fundado por Anton Szandor LaVey, autor de la Biblia Satánica. LaVey acusa al cristianismo de ser una plaga en la Tierra que atemoriza, reprime y no deja pensar a millones de personas, recordando las reflexiones de Friedrich Nietzsche.

Además, imputa al cristianismo con haber utilizado la idea del demonio para amedrentar a los fieles, niega la figura del diablo o Satán como una entidad real y lo considera como la representación de la inteligencia y la humanidad en la Tierra.

AFP.
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El incendio en la tarde del lunes de la catedral parisina, un ícono del cristianismo, fue seguido en directo por millones de personas en todo el mundo. El tejado del edificio, de 850 años de antigüedad, empezó a arder por razones aún desconocidas, y las llamas estuvieron a punto de engullir todo el edificio.

El siniestro se prolongó durante más de 12 horas, pero los cimientos del edificio resistieron. Su suerte se jugó en "un cuarto de hora, o apenas media hora", hasta que los centenares de bomberos movilizados consiguieron dominar las llamas, según el secretario de Estado de Interior, Laurent Nuñez.

El incendio no acabó con los tesoros de la catedral, entre ellas la Santa Corona de espinas que la tradición considera que llevaba Jesucristo durante su crucifixión. Pero las llamas destruyeron dos terceras partes del entramado del tejado, una maravilla de la arquitectura de madera europea, y su emblemática aguja.

En la noche del martes, el ministerio de Cultura francés informó que el gallo de cobre que estaba situado en lo más alto de la aguja fue hallado entre los escombros.

Pese a que sigue de pie, las autoridades informaron que se han identificado "vulnerabilidades" en la estructura del edificio, en particular en la bóveda y en una parte del transepto norte, lo que obligó a evacuar cinco edificios vecinos.

Los parisinos y extranjeros desfilaron durante la jornada ante la explanada del monumento, para depositar flores, rezar o simplemente contemplar el desastre.


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