El temido grupo terrorista Estado Islámico tomó como prisioneros a 17 combatientes kurdos y los presentó enjaulados en una humillante procesión en medio de gritos y burlas de cientos de espectadores.
Los prisioneros estaban vestidos con trajes naranjas, esposados y arrodillados en sus jaulas. Solo atinaban a mirar al frente mientras eran vigilados muy de cerca por yihadistas armados con fusiles.
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