Jerusalén. Israel se negó a incluir una novela sobre una relación amorosa entre una judía y un palestino en el currículum de la educación secundaria del país, al parecer por preocupaciones de que aliente matrimonios entre judíos y no judíos.
El rechazo de "Gader Chaya", publicado el año pasado, causó furor en Israel, y los críticos acusaron al gobierno de censura.
La decisión fue reportada inicialmente por el periódico Haaretz y confirmada en una declaración por el Ministerio de Educación a The Associated Press el jueves.
El rechazo refleja además el clima de desconfianza entre árabes y judíos, que se ha profundizado durante la actual ola de violencia.
El ministerio dijo que un panel había debatido añadir "Gader Chaya" al currículum de lectura de la enseñanza secundaria, pero decidió no hacerlo. Medios israelíes dijeron que maestros habían pedido su inclusión en las listas de lectura.
Haaretz citó una carta de la funcionaria del ministerio de educación Dalia Fenig, quien escribió que el libro, que recibió este año el prestigioso premio literario israelí Bernstein, fue excluido porque su contenido fue considerado inapropiado para estudiantes de secundaria.
"Los adolescentes tienden a romantizar y no tienen, en muchos casos, el punto de vista sistemático que incluye consideraciones sobre preservar la identidad y el significado de la asimilación", dijo Fening, de acuerdo con Haaretz.
El currículum escolar israelí incluye libros sobre una variedad de temas espinosos, como "Khirbet Khizeh", una novela de 1949 sobre la expulsión de árabes de una aldea ficticia por soldados israelíes, y "A Trumpet in the Wadi", una novela de 1987 que narra la relación entre un hombre judío y una mujer árabe cristiana. La autora de "Gader Chaya", Dorit Rabinyan, tiene un libro en la lista.
En una entrevista con la Radio del Ejército, Fening dijo que tener otro libro en la lista sobre relaciones entre judíos y no judíos fue otra razón para rechazar "Gader Chaya".
Dijo además que el momento, con el actual brote de violencia, no es apropiado, por temor a que pueda haber tensiones en las aulas a causa del libro. No mencionó la carta citada por Haaretz y la AP no pudo contactarla para que comentase.
El Canal 2 de la televisión israelí reportó que las ventas del libro se han disparado desde la prohibición y su presentador noticioso le preguntó en broma al ministro de Educación Naftali Bennett si la autora le había agradecido por ello.
Bennett defendió la decisión, diciendo que su contenido no debería ser lectura requerida para estudiantes en secundaria.
Fuente: AP