Venezuelan President Nicolas Maduro (L) and his Interior Minister Diosdado Cabello take part in a rally to commemorate the 33rd anniversary of late President Hugo Chavez's 1992 failed military coup against the government (1989-1993) of Carlos Andres Perez in Caracas on February 4, 2025. (Photo by Pedro MATTEY / AFP)
Venezuelan President Nicolas Maduro (L) and his Interior Minister Diosdado Cabello take part in a rally to commemorate the 33rd anniversary of late President Hugo Chavez's 1992 failed military coup against the government (1989-1993) of Carlos Andres Perez in Caracas on February 4, 2025. (Photo by Pedro MATTEY / AFP)

Exactamente nueve meses después del infausto 28 de julio del año pasado, cuando proclamó sin pruebas fehacientes la victoria de Nicolás Maduro, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela -controlado por el oficialismo- tiene programada una nueva pantomima que pretende dar un nuevo espaldarazo a la llamada revolución bolivariana y asentar todavía más el poder de la dictadura chavista.

Recordemos que el presidente del CNE, Elvis Amoroso, nunca entregó las actas que certificaran el triunfo electoral de Maduro y que este juró el cargo para un tercer mandato presidencial consecutivo el 10 de enero de este año solo ante un puñadito de autoridades foráneas afines y en medio de la condena de buena parte de la comunidad internacional por el fraude perpetrado.

Los de fines de mayo serán los primeros comicios en este período 2025-2031, que se llevarán a cabo en medio de los llamados de la oposición a boicotearlos y con una lista cada vez más larga de antichavistas inhabilitados para ejercer cargos públicos. Aquí algunas claves del proceso venidero:

1
¿Hay motivo para festejar?

Sin escrúpulo alguno y con total desparpajo, Nicolás Maduro ha celebrado esta semana los 12 años de su elección como el “primer presidente chavista de la historia leal a su juramento de preservar la paz”. Lo hace justo cuando se conoce la noticia de que los venezolanos han reemplazado a los sirios como el grupo más numeroso de solicitantes de asilo -con 8.325 solicitudes solo en enero de este año- en la Unión Europea (UE). Lo hace en medio de una crisis económica incesante, y encima tiene un motivo más de aplauso tanto para él como para sus secuaces: una nueva fractura de la oposición.

2
Farsa a la vista

Hace unas semanas la dictadura chavista convocó a elecciones legislativas y regionales para el domingo 25 de mayo con el fin de elegir a 285 diputados, 24 gobernadores de estado y 260 legisladores regionales, comicios rechazados por los líderes de la oposición mayoritaria, María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, debido a que se trata de un proceso “precipitado, injusto y viciado” por parte de “un árbitro sumamente cuestionado” como el CNE. Justamente Machado, con el apoyo de la coalición de partidos Plataforma Unitaria Democrática (PUD), ha llamado a la abstención.

3
La oposición se parte otra vez

Pero en medio del agotamiento político que vive el país llanero el antichavismo muestra sus fisuras: Un Nuevo Tiempo y una tendencia disidente de Primero Justicia han decidido participar en los comicios. Al frente de ellos están los excandidatos presidenciales Manuel Rosales y Henrique Capriles (a él le ganó también Maduro con malas artes en el 2013), quines tienen discrepancias políticas y personales con Machado. Para ambos, la abstención “solo beneficia la tragedia que significa Maduro en este país”. El dictador sonríe sabiendo que se saldrá otra vez con la suya en el nuevo circo electoral montado para dentro de un mes. 

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