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Rohinyás en Bangladesh
Redacción EC

La ONU aseguró que el número de refugiados rohinyás que han llegado desde Birmania a Bangladesh desde el pasado 25 de agosto alcanza ya los 582.000.

La organización, que un día antes hablaba de 537.000 refugiados, ha revisado al alza sus cifras tras un nuevo análisis, explicó el portavoz Stéphane Dujarric en su conferencia de prensa diaria.

Los desplazados durante la actual crisis se suman a unos 300.000 miembros de esta comunidad musulmana que ya se encontraban en Bangladesh con anterioridad.

Según la ONU, desde la noche del domingo han cruzado la frontera unos 15.000 refugiados procedentes de Birmania.

Dujarric dijo que muchos de estos desplazados han relatado que inicialmente habían decidido permanecer en sus casas en el estado birmano de Rakáin pese a las amenazas y que finalmente huyeron después de que sus aldeas fuesen quemadas.

La zona es escenario de una fuerte oleada de violencia desde finales de agosto, cuando el Ejército birmano inició una operación militar en respuesta a ataques de un grupo rebelde rohinyá.

La ONU y otras organizaciones han denunciado la existencia de una campaña de limpieza étnica contra la minoría rohinyá.

Según Unicef, casi el 60 por ciento de los refugiados son niños y se necesitan inmediatamente fondos adicionales para ofrecerles ayuda.

La agencia de la ONU para la infancia explicó en una nota que por ahora solo ha recibido el 7 por ciento de los 76 millones de dólares que ha solicitado a los donantes para dar ayuda de emergencia.

Mientras tanto, el responsable de Asuntos Políticos de Naciones Unidas, Jeffrey Feltman, finalizó una visita a Birmania, incluido el conflictivo estado de Rakáin.

Feltman, según explicó el portavoz, se reunió entre otros con la líder de facto birmana, la nobel de la paz Aung San Suu Kyi, y con el principal responsable del Ejército, Min Aung Hlaing.

El responsable de la ONU insistió a las autoridades birmanas en la necesidad de que se garantice pleno acceso al norte de Rakáin a las organizaciones humanitarias y que se permita el retorno voluntario y seguro de todos los refugiados.

Antes de la campaña militar se estimaba que alrededor de un millón de rohinyás habitaban en Rakáin, donde sufren una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012 que causó al menos 160 muertos.

Birmania no reconoce la ciudadanía a los rohinyás sino que los considera inmigrantes bengalíes, y desde hace años les impone múltiples restricciones, incluida la privación de movimientos.

Fuente: EFE

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