Ocho cosas que los mexicanos esperan de la visita de Francisco
Ocho cosas que los mexicanos esperan de la visita de Francisco

Todos quieren un poquito de Francisco. , el segundo país con más católicos del mundo después de Brasil, espera con expectativa la llegada del .

La primera visita del argentino Jorge Bergoglio a México, un país del que ha dicho que "el diablo castiga con mucha bronca", estará marcada por los sitios que recorrerá.

Entre el 12 y el 17 de febrero, al obligado paso por la capital, se le suman visitas a Ecatepec (estado de México), San Cristóbal de las Casas y Tutxla Gutiérrez (Chiapas), Morelia (Michoacán) y Ciudad Juárez (Chihuahua).

Cada punto del itinerario parece haber sido elegido para enviar un mensaje sobre los demonios que sacuden al país: violencia, narcotráfico, pobreza, trata de mujeres, feminicidios, la discriminación a indígenas y el maltrato a migrantes.

Francisco, dado a romper el protocolo, a emitir comentarios que resuenan y tener gestos simbólicos, tiene ante sí el desafío de un pueblo expectante.

BBC Mundo consultó a activistas, religiosos, académicos, sacerdotes y a familiares de los 43 estudiantes de Ayotzinapa para saber qué les gustaría escuchar de boca de Francisco.

- "Que presione a Peña Nieto para que solucione el problema que tenemos" -

Aunque no está en la agenda, los familiares de los 43 estudiantes desaparecidos desde septiembre de 2014 no descartan que se vaya a dar un encuentro con el Papa.

Cristina Bautista Salvador es la madre de Benjamín Ascencio Bautista, uno de los jóvenes de Ayotzinapa.

"Para nosotros es muy importante platicar con él para que sepa lo que estamos padeciendo aquí en México, la desaparición forzada, hay miles de desaparecidos, no sabemos nada de nuestros hijos", dice.

"Es importante que el Papa sepa y presione a Peña Nieto para que solucione el problema que tenemos. Sería importante que nos visite en la escuela de Ayotzinapa a celebrar una misa, orando por nuestros hijos", añade Salvador, de 40 años.

Asegura que de reunirse con los familiares de los estudiantes, el gobierno se vería presionado: "Me gustaría escucharlo que dijera estoy aquí, voy a hablar con (el presidente Enrique) Peña Nieto a que les entreguen a sus hijos".

"Que le pregunte públicamente dónde están los estudiantes", agrega sobre el emblemático caso de la crisis de derechos humanos que golpea a México.

- "Quisiera oír una condena perentoria a un Estado que se ha vuelto cómplice" -

El activista y poeta Javier Sicilia espera que Francisco condene la forma en que el Estado mexicano se ha vuelto cómplice de los "grandes capitales" y que llame "desde el Evangelio a una resistencia moral y pacífica para una transformación del país".

"Estoy pidiendo cosas que sé que estarán en el corazón del Papa pero por los compromisos políticos de la curia serán difíciles, pero uno siempre tiene la esperanza de que Francisco vaya más allá de los controles políticos y clericales", explica.

Sicilia, cuyo hijo fue asesinado por el crimen organizado en 2011 y ha encabezado manifestaciones por la paz, considera que el Francisco no puede dejar de hablar de las "profundas omisiones del Estado para cumplir con su vocación fundamental que es proteger la vida de sus ciudadanos".

- "Es impredecible, no nos extrañaremos si hace señalamientos fuertes" -

Dentro de la propia Iglesia católica mexicana son conscientes de la peculiaridad de Bergoglio.

"Conocemos al Papa y habla con mucha sencillez y claridad, y ya en otros lugares no ha tenido ningún problema para tratar los temas con mucha claridad, y México no va a ser la excepción", señala Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis de México.

"Pienso que las autoridades se pondrán nerviosas de que el Papa tenga esta claridad porque lo que diga tiene una resonancia internacional", asegura.

Valdemar admite que los temas que "agobian" al país serán abordados por Francisco y que "a los obispos tratará de hacerles ver el compromiso que tienen de caminar con la gente".

El Papa "es impredecible, muy independiente (...) no nos extrañaremos si hace señalmientos fuertes".

- "Ojalá hable de nuestra cultura de la simulación" -

"Espero que venga a poner un poco un signo de contradicción sobre cómo se tiene que vivir la fe. Me gustaría que evidenciara este modelo de simulación que tiene el país en materia de libertad religiosa y en materia de responsabilidades cívicas y ciudadanas", dice Felipe Monroy, director del semanario católico Vida Nueva México.

México está inmerso en una cultura de "simular en lo privado una fe que se circunscribe exclusivamente a actos devocionales y algunos actos religiosos piadosos y no trasladarlo a elementos importantes sociales o comunitarios".

"Simulamos que nuestra fe no tiene nada que ver con la forma en que se desarrolla el país", donde casi nueve de cada diez personas se declaran católicas. "Ojalá el Papa hable de este aspecto", añade.

- "Sus comentarios deben ser incisivos para mover a la reflexión" -

"A uno lo que le gustaría es el reconocimiento de los problemas adentro de la Iglesia", afirma Alejandro Díaz Domínguez, experto en religiones y profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey.

Para Domínguez, el Papa no debería pasar por alto los abusos económicos, políticos ni sexuales dentro de la Iglesia.

"Sus comentarios deben ser lo suficientemente incisivos para mover un poco más a la reflexión, que hable con claridad", añade.

- "No puede soslayar la inequidad y la discriminación que sufren los indígenas" -

Uno de los estados que Francisco eligió visitar es el de Chiapas, el más pobre del país, donde más de dos terceras partes de la población se encuentra en esa situación y un 40% vive en pobreza extrema.

"Dados sus antecedentes, lo que ha hecho en otro países, su formación jesuita, los lugares donde va, yo esperaría que en efecto abordara los temas de pobreza y desigualdad de manera muy significativa", dice el economista Gerardo Esquivel, investigador de El Colegio de México.

"El tema que no puede soslayar es la inequidad y la discriminación que sufren los habitantes de habla indígena en particular, que es donde más se concentra la pobreza".

El 80% de la población indígena en México vive en condiciones de pobreza y, para Esquivel, el Papa no puede obviar la situación de vulnerabilidad ni la violación a los derechos elementales que sufren.

- "Va a ser una bomba" -

El sacerdote Alejandro Solalinde, activista por los derechos de los migrantes, no tiene dudas.

La visita del Papa "va a ser una bomba, una bomba política, una bomba espiritual, una bomba social".

"Cuando los Papas han venido, la gente dice: 'Ay, qué bonito' y repiten alguna frase que haya dicho el Papa, pero esta vez no, las palabras de Francisco van a ser dirigidas a una ciudadanía harta, agraviada, desesperada, una ciudadanía y una feligresía que andan como ovejas sin pastor".

"Espero que prenda la mecha de la conciencia del pueblo (...). El Papa no es el mesías, no es la panacea, pero es un gran inspirador", admite.

De acuerdo a Solalinde, Francisco en su paso por México no debería actuar como un jefe de Estado sino como un profeta: debe "golpear en la consciencia" de servidores públicos, altos funcionarios y de los obispos "indiferentes".

- "Hay que esperar gestos inesperados, frases célebres" -

"Hay que esperar gestos inesperados, frases célebres, qué de esas frases, qué de esos gestos terminarán incidiendo en cambios estructurales que necesita México, es una buena pregunta", advierte el exsacerdote Alberto Athié, quien ha denunciado los abusos sexuales por parte de la Iglesia católica en México.

El mayor escándalo lo protagonizó Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, acusado de abusar de niños durante décadas.

Y la organización Foro Oaxaqueño de la Niñez, por ejemplo, ha documentado al menos 45 agresiones del sacerdote Gerardo Silvestre Hernández.

El caso fue desestimado por el Vaticano en 2011 al asegurar que no había ninguna "denuncia verosímil" pero el padre terminó siendo encarcelado acusado de corrupción de menores y abuso sexual.

Athié desestima la importancia de si Francisco se reúne o no con víctimas de abusos sexuales pues asegura que "se necesitan acciones concretas".

"¿De las otras reuniones que ha habido? Momentos conmovedores, palabras magníficas, expresiones de gestos compasivos... ya se volvió un ritual, pero no pasa del ritual".

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