
Donald Trump evidenció de la forma más clara hasta ahora el giro radical de la postura de Estados Unidos frente a la guerra en Ucrania. El republicano arremetió duramente contra su par ucraniano, Volodymyr Zelensky, a quien llamó “dictador” y culpó de haber iniciado el conflicto contra Rusia que el 24 de febrero cumple tres años.
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Fue la cereza del pastel para un alejamiento que ya se esperaba desde antes de que Trump volviera a la Casa Blanca, hace tan solo un mes. El martes 18, los jefes de la diplomacia de Estados Unidos y Rusia, Marco Rubio y Serguei Lavrov, se reunieron en Arabia Saudí, el primer acercamiento de alto nivel en al menos tres años. Acordaron trabajar por un plan de paz en Ucrania -del que Kiev y Europa no forman parte- e iniciaron el restablecimiento de sus relaciones.
Para el analista internacional Francisco Belaúnde, el acercamiento entre Washington y Moscú bajo la administración Trump era previsible, pero se está dando de forma vertiginosa y en términos inéditos que ya preocupan a Ucrania y a los aliados europeos.
“Piénsenlo, un comediante modestamente exitoso, Volodymyr Zelensky, convenció a los Estados Unidos de América de gastar 350 mil millones de dólares para entrar en una guerra que no se podía ganar”, escribió Trump en las redes sociales.
—¿Los ataques de Trump contra Zelensky reflejan una ruptura clara de Estados Unidos con Ucrania?
Si insultas al presidente de un país, que encima es un país que está siendo invadido, obviamente es prácticamente una ruptura. Se hace evidente que Donald Trump en el fondo siempre estuvo a favor de Rusia. Es algo que ahora se ha concretado, pero era evidente que sus simpatías eran por Rusia. Esto simplemente lo confirma.
—¿Es esta una postura inédita para Estados Unidos al pronunciarse sobre dos países en guerra?
Totalmente. Y la pregunta que uno se hace es si Estados Unidos ahora va a apoyar a Rusia contra Ucrania. A estas alturas podemos imaginar cualquier cosa. Están ocurriendo cosas tan increíbles que ahora uno puede pensar que tal vez Estados Unidos es capaz de levantar las sanciones a Rusia y más bien comenzar a sancionar a Ucrania. Imagino que en estos momentos deben haber ordenado que ya no se comparta información de inteligencia con Ucrania.
—¿Se esperaba la postura que ha adoptado Trump hacia Ucrania?
Para nadie es un secreto que Donald Trump tiene simpatía por Putin. Tal vez lo que no se esperaba era que tomara una postura de casi aliarse con Rusia tan rápidamente. Rusia y Estados Unidos están tratando el fin de la guerra e incluso posibles negocios posteriores, es decir están viendo también la relación posterior. En contraparte, Trump critica a Ucrania y le ha echado la culpa por la guerra. Pareciera que Trump ha comprado la propaganda rusa.

—¿Cuánto complica a Ucrania y sus intereses en la guerra el acercamiento entre Rusia y Estados Unidos?
Ya Ucrania tenía serios problemas en el frente. La realidad es que Rusia es un país mucho más grande, tiene mucha más población y por tanto muchos más soldados y tiene muchas más armas, aunque no todas sean tan sofisticadas. Y encima recibe drones de Irán, cohetes y soldados de Corea del Norte. Es decir, Rusia tiene un manejo mucho mayor que el de Ucrania, que además ha cometido algunos errores como no querer movilizar desde el principio a toda la población para luchar. La situación ya era bastante complicada para Ucrania y ahora la ayuda estadounidense se ha detenido y eso puede complicar a Ucrania. Hasta ahora Estados Unidos ha compartido inteligencia con Ucrania, lo ha estado apoyando, pero podría dejar de hacerlo. Y algo aún más extremo: no vaya a ser que si Ucrania contraviene los planes de Trump, Washington comience a compartir inteligencia con Moscú. Eso ya sería el acabose.
—El presidente ucraniano afirmó que Trump ha caído en la desinformación rusa y dijo que Washington quiere quedarse con el 50% de los recursos naturales ucranianos. ¿Qué busca Trump con sus planes para la guerra en Ucrania?
Lo primero es que Trump tiene una antipatía hacia Ucrania y de alguna manera quiere castigarla. En segundo lugar, dice que quiere recuperar el dinero que Estados Unidos le ha dado a Kiev. Normalmente cuando un país apoya a otro, sobre todo si es una potencia, es porque comparte sus objetivos y porque quiere defenderlo de un agresor. Pero Donald Trump tiene otra mentalidad y quiere recuperar el dinero de su país. ¿Cómo quiere recuperarla? Pidiendo a Ucrania la mitad de sus tierras raras, que son estos minerales críticos para producir chips y otros elementos de tecnología de alto nivel. Trump tiene una visión completamente centrada en los negocios.

— Zelensky acusa a Trump de darle legitimidad a Putin en Occidente y de sacarlo de la congeladora diplomática. ¿Comparte esa postura?
Sí, por lo menos a eso apunta. Y los partidos de extrema derecha en Europa, que tienen una postura similar, están felices. Efectivamente, es una manera de rehabilitar a Putin, más ahora que se planea reunir con él, incluso sabiendo que Putin es una persona que tiene orden de captura internacional.
—¿Qué consecuencias van a tener los insultos de Trump a Zelensky dentro y fuera de Estados Unidos?
Trump está yendo en contra de un consenso bipartidista que había entre los demócratas y los republicanos. Dentro de Estados Unidos habrá que ver hasta qué punto los republicanos van a “rebelarse” contra esa postura o si es que van a bajar la cabeza ante Trump como lo han estado haciendo. Por ejemplo, en las ratificaciones de personas muy cuestionadas como ministros. Todo depende de hasta qué punto estas personas defienden sus propios puntos de vista o simplemente se allanan a la prepotencia de Donald Trump. Sería interesante ver también qué pasa con el servicio diplomático de Estados Unidos. Yo me pregunto hasta qué punto los embajadores de Estados Unidos en diferentes países van a querer defender ese tipo de postura. Eso va a ser interesante verlo.
Y fuera de Estados Unidos, obviamente en Europa esto causa indignación, seguramente van a haber nuevas reuniones de alto nivel para abordar el tema. Los países europeos tienen que balancear su indignación con el hecho de no chocar demasiado con Donald Trump. Entonces es un balance complicado porque es algo que causa evidentemente indignación y en condiciones normales provocaría una condena absoluta. Sin embargo, tienen que cuidarse de no chocar demasiado con Donald Trump porque saben que los próximos en la lista son los europeos precisamente.
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