El ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Javier Martínez-Acha (izq.), y el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, saludan a su llegada a una reunión con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en el palacio presidencial en Ciudad de Panamá el 2 de febrero de 2025. (Foto: AFP)
El ministro de Relaciones Exteriores de Panamá, Javier Martínez-Acha (izq.), y el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, saludan a su llegada a una reunión con el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, en el palacio presidencial en Ciudad de Panamá el 2 de febrero de 2025. (Foto: AFP)
/ MARK SCHIEFELBEIN
Milagros Asto Sánchez

El secretario de Estado de Estados Unidos, , completó esta semana su gira por Centroamérica, su primer viaje oficial desde que fue confirmado en el cargo hace menos de tres semanas. Si bien su recorrido por cinco naciones de la región se realizó con los temas migratorios como prioridad, su paso por tuvo como telón de fondo las tensiones entre ese país y Washington por el canal de Panamá.

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Desde antes de su retorno a la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha alimentado una retórica expansionista que incluye “recuperar el control” del canal de Panamá para frenar la supuesta influencia china en esta ruta interoceánica de 80 km que estuvo bajo dominio de Washington hasta 1999.

Durante su visita a Panamá el fin de semana pasado, el jefe de la diplomacia estadounidense trasladó al presidente ‘canalero’ José Raúl Mulino la intención de Trump de tomar control del canal y advirtió que su país tomará “medidas” si continúa la “influencia” china en esa vía que une los océanos Atlántico y Pacífico, y por la que transita el 3% del comercio mundial.

Rubio le informó a Mulino que Trump sostiene que la presencia de China en el área del canal viola un tratado que llevó a Washington a entregar la vía navegable a Panamá hace más de 25 años. Ese tratado exige la neutralidad permanente de la infraestructura construida por estadounidenses.

Por su parte, Mulino intentó acercar posturas con Washington y propuso que un “equipo técnico” aclare las dudas sobre la “supuesta presencia china”, al enfatizar que la “soberanía sobre el canal no está en cuestión”. También ofreció ampliar un acuerdo migratorio para que Estados Unidos utilice a Panamá como puente para deportar migrantes irregulares de otros países.

En otro gesto para rebajar las tensiones, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), un organismo independiente al gobierno creado para administrar esta vía, comunicó a Rubio que trabajarán con la Marina estadounidense para “optimizar la prioridad en el tránsito de sus buques” a través de la vía marítima.

Si bien la visita de Rubio a Panamá concluyó sin sobresaltos, no hubo un consenso o pronunciamiento conjunto sobre el futuro del canal. Así que el debate dio un giro este miércoles 5, cuando el Departamento de Estado de EE.UU. anunció que el Gobierno Panameño había acordado no cobrar más tarifas a los buques del gobierno de Estados Unidos que transiten por el Canal de Panamá, lo cual representaría un “ahorro” de millones de dólares.

Lo que inicialmente pudo interpretarse como una importante victoria para Washington fue desmentido rápidamente tanto por la ACP como por Mulino.

“Tengo que rechazar ese comunicado del Departamento de Estado porque está basado sobre una falsedad (...) Eso es intolerable, simple y sencillamente intolerable”, afirmó Mulino en una rueda de prensa el jueves 6.

“Hay muchos más intereses que nos unen que unos peajes por el canal, que además no llegan ni a 10 millones de dólares”, agregó.

Luego de que Mulino desmintiera la versión de Washington, Rubio volvió a la carga y calificó de “absurdo” que los buques de guerra estadounidenses paguen por transitar a través del canal, aunque dijo respetar los procesos legales que debe seguir Panamá.

“Me parece absurdo que tengamos que pagar tarifas para transitar una zona que estamos obligados a proteger en tiempos de conflicto”, dijo Rubio en República Dominicana, la última parada de su gira por la región.

Aunque desmintió a Washington, la ACP aseguró en un comunicado estar en disposición de dialogar con Estados Unidos “respecto al tránsito de buques de guerra”.

¿Alejamiento de China?

La crispación también se tradujo en malas noticias para China. En medio de las presiones de Washington, principal socio comercial de Panamá, Mulino anunció este jueves 6 la cancelación del acuerdo económico de la Franja y la Ruta de la Seda, suscrito por Panamá en el 2017 y que vencía en el 2026.

El presidente chino, Xi Jinping. (Foto: Getty Images)
El presidente chino, Xi Jinping. (Foto: Getty Images)
/ Kevin Frayer

“Esa decisión la tomé yo, y la tomé mucho antes de la reunión con Rubio, por todo lo que había de antecedentes, y me he permitido evaluar la relación bilateral con China”, sostuvo Mulino.

El acuerdo de la Franja y la Ruta de la Seda, el programa emblemático del gobierno de Xi Jinping, contempla el financiamiento de proyectos de infraestructura con fondos chinos e impulsa el comercio.

Antes de que Mulino diera a conocer su decisión, el miércoles 5 el portavoz de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, había dicho que “la cooperación entre China y Panamá en el marco de la Franja y la Ruta” se desarrollaba “con normalidad”. “Esperamos que las partes pertinentes afiancen la confianza, y resistan las interferencias externas”, manifestó.

Al ser preguntado sobre si romperá relaciones con China, Mulino fue tajante al afirmar que no lo hará y enfatizó que ningún país interviene en la administración del canal. “Esa historia, también mal dicha, o mal intencionada, de que el Partido Comunista chino está al control de la Administración del canal, por amor a Dios, eso no se lo creen ni aunque resuciten los panameños que militaron en la izquierda radical en su momento”, insistió el jefe de Estado panameño.

Con la tensión está al alza, Mulino informó que este viernes 7 mantendrá una conversación telefónica con Trump. El resultado de ese diálogo podría ser crucial para el futuro inmediato del canal.

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