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Redacción EC

París. , cuyo presidente fue derrocado este jueves por las fuerzas armadas tras cuatro meses de protestas populares, es un país desgarrado por décadas de conflictos.



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- Entre Medio Oriente y el África negra -

Situado entre el África subsahariana y Medio Oriente, Sudán limita con siete países -Sudán del Sur, Centroáfrica, Chad, Libia, Egipto, Eritrea y Etiopía- y el mar Rojo.

Antes de la secesión de Sudán del Sur en 2011, era el país más grande de África. Su superficie es ahora de cerca de 1,88 millones de km2, en parte desérticos.

Su población es de 40,5 millones de habitantes (Banco Mundial, 2017), mayoritariamente musulmanes, y se caracteriza por una fuerte diversidad étnica. El árabe es la lengua oficial y la sharia (la ley musulmán) rige desde 1983.

- 30 años en el poder -

En 1989, Omar al Bashir asumió la dirección de este antiguo condominio anglo-egipcio, independiente desde 1956, tras un golpe de Estado militar apoyado por los islamistas. Fue elegido presidente en 2010 y 2015, en elecciones boicoteadas por la oposición.

En 2013 hubo decenas de muertos en una serie de protestas sin precedentes contra un alza de más del 60% del precio de los carburantes.

A principios de 2018, las autoridades llegaron a controlar las protestas contra la inflación, pero estas volvieron en diciembre al triplicarse el precio del pan.

Finalmente, tras cuatro meses de manifestaciones, Al Bashir fue derrocado el 11 de abril de 2019.

- Guerras civiles y rebeliones -

Tras una primera guerra civil (1955-1972), un segundo conflicto entre el Norte y el Sur dejó dos millones de muertos entre 1983 y 2005.

En 2005, se alcanzó un acuerdo de paz que daba al Sur autonomía hasta la celebración de un referéndum de independencia en 2011, en virtud de cuyo resultado Sudán del Sur se constituyó en país el 9 de julio.

En la primavera de 2012, las relaciones entre el Norte y el Sur volvieron a deteriorarse en zonas fronterizas ricas en petróleo, y volvieron a producirse combates.

A partir de 2003, la región de Darfur (oeste), grande como Francia, vivió un grave conflicto que opuso a fuerzas sudaneses y rebeldes de minorías étnicas que se decían discriminadas. El conflicto causó más de 300.000 muertos y 2,5 millones desplazados, según la ONU.

La Corte Penal Internacional (CPI) dictó órdenes de detención contra Bashir por crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y genocidio en Darfur.

- Inflación y penurias -

Las independencia de Sudán del Sur en 2011 supuso un duro golpe para la economía de Sudán, privándole de tres cuartas partes de las reservas petrolíferas y de la mayoría de ingresos del oro negro.

Sudán también se vio afectado por 20 años de embargo económico estadounidense por presuntas violaciones de derechos humanos y lazos con el "terrorismo". El embargo se levantó en 2017, pero Sudán sigue en la lista negra de países que apoyan al "terrorismo".

El país sufre una inflación del 70% y hay escasez de pan y carburantes en varias ciudades.

La agricultura y la ganadería representan entre 35% y 40% del PIB, según el Banco Mundial. El país cuenta con numerosas minas de oro ilegales.

Es uno de los países más pobres del mundo, clasificado 167º entre 189 por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, informe 2018).

- Tesoros arqueológicos sin explorar -

Las civilizaciones antiguas de Sudán erigieron más pirámides que las de Egipto pero siguen siendo ampliamente desconocidas.

El sitio arqueológico de la isla de Meroe (220 km al norte de Jartum), designado por la UNESCO patrimonio mundial de la humanidad, fue objeto de una exposición en el museo Louvre de París en 2010. Esta civilización (del siglo III al IV) tomó rasgos culturales del Egipto de los faraones, de Grecia y Roma, que se superpusieron a un sustrato africano. Su escritura sigue siendo un misterio.

Fuente: AFP

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