Investigados acusan a la ex presidenta Fernández de Kirchner ser la “jefa”, junto a su esposo -fallecido por un paro cardíaco en 2010-, de una asociación ilícita para recaudar sobornos de los más importantes empresarios del país. (AFP)
Investigados acusan a la ex presidenta Fernández de Kirchner ser la “jefa”, junto a su esposo -fallecido por un paro cardíaco en 2010-, de una asociación ilícita para recaudar sobornos de los más importantes empresarios del país. (AFP)
/ DAMIAN DOPACIO
Redacción EC

Buenos aires. La Justicia de Argentina recibió este miércoles algunos de los supuestos cuadernos que destaparon en 2018 un escándalo de sobornos durante los Gobiernos kirchneristas (2003-2015), que se creía fueron quemados según había declarado ante el juez su presunto propietario, el ex chófer ministerial Oscar Centeno.

El diario La Nación publicó en su edición digital que la Justicia confirmó que son originales los seis cuadernos de Centeno, donde escribió durante más de una década sobre los presuntos viajes que hizo para trasladar bolsas con millones de dólares de empresarios contratistas del Estado a manos de altos cargos del Ejecutivo, entre ellos los ex presidentes Néstor Kirchner (2003-2007) y su esposa Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015).

El material fue aportado hoy en los tribunales por el periodista de ese diario Diego Cabot, autor en 2018 de la investigación en la que se basó el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli para ordenar la detención, el 1 de agosto de ese año, de multitud de empresarios y ex funcionarios y el procesamiento con prisión preventiva a Fernández, que nunca se hizo efectiva por tener fueros como senadora.

El diario especifica que una persona anónima entregó anoche a Cabot seis de las ocho libretas que él mismo recibió en enero de 2018, cuando un vecino suyo, amigo de Centeno, se las prestó, y que el periodista fotocopió una por una antes de devolverlas tres meses después.

Cuando fue detenido, Centeno, ex chófer del Ministerio de Planificación Federal, comandado por Julio De Vido -en prisión desde 2017 por diversas causas- declaró que había quemado los cuadernos al sospechar que podía traerle complicaciones.

Pero los originales supuestamente han aparecido cuando restan cuatro días para los comicios presidenciales, a los que Fernández llega como candidata a la Vicepresidencia junto a su ex jefe de gabinete Alberto Fernández como postulante a presidente, quien es favorito según todos los sondeos.

Cabot contó hoy ante Stornelli en qué circunstancias se produjo el encuentro con quien le dio anoche los ejemplares y, según especifica La Nación, el fiscal confirmó su autenticidad.

Esta aparición de la mayoría de los supuestos cuadernos originales no implica en principio que tenga que cambiar la situación procesal de los acusados, ya que la Justicia ya consideraba probada la veracidad de las anotaciones de Centeno a través de las fotocopias.

Desde que se destapó el caso, en el seno del peronismo kirchnerista, en el que aseguran que se trata de una causa inventada para perseguir a opositores, han reiterado denominar despectivamente como “causa de las fotocopias” a la conocida como “causa de los cuadernos”.

En septiembre pasado, Bonadio elevó a juicio oral el tramo principal del expediente, pero aún no se fijó fecha de comienzo.

Aunque hay más de 170 procesados -la gran mayoría empresarios que declararon haber pagado los sobornos y fueron puestos en libertad-, se envió a juicio a 53, incluida la ex presidenta.

Bonadio y Stornelli acusan a Fernández de ser la “jefa”, junto a su esposo -fallecido por un paro cardíaco en 2010-, de una asociación ilícita para recaudar sobornos de los más importantes empresarios del país, contratistas de obra pública, también procesados en la causa y entre los que se encuentra Ángelo Calcaterra, primo hermano del actual presidente, Mauricio Macri, quien opta a la reelección en los comicios del domingo.

El dinero recaudado era, según las pesquisas, entregado “alternativamente” a los esposos Kirchner o sus secretarios privados en la residencia presidencial o en su apartamento particular de Buenos Aires, y parte de esos montos fue “redistribuido o se realizaron pagos para otros funcionarios”.

Estas presuntas maniobras contaron, según el juez, con De Vido como “organizador” de la red, y el subsecretario de Coordinación y Control de Gestión de esa misma cartera, Roberto Baratta, con quien se encargaba de velar por que se realizaran esos cobros.

Fuente: EFE

Contenido sugerido

Contenido GEC