La ciudad japonesa de Hiroshima vive con expectación la histórica visita del presidente de EE.UU., Barack Obama, mientras los sobrevivientes de la bomba atómica aseguran que el objetivo es acabar con los arsenales nucleares, no recibir disculpas.
Obama, que viajará durante unas horas a Hiroshima tras participar en la cumbre de dos días de líderes del G7 en el parque natural de Ise-Shima (centro de Japón), se convertirá en el primer residente de la Casa Blanca en visitar la ciudad arrasada por el ataque nuclear a manos de las tropas estadounidenses el 6 de agosto de 1945.
La breve ceremonia, en la que el presidente de EE.UU. realizará una ofrenda de flores y dará un discurso en honor a las víctimas de unas de las peores atrocidades de la historia, se celebrará a última hora de la tarde en el Parque de la Paz.
La visita del presidente de EE.UU. ha estado rodeada de un enorme secretismo y no ha sido hasta hoy cuando se ha comunicado a las asociaciones de supervivientes que finalmente tres de sus miembros acompañarán a Obama en la ceremonia del Parque de la Paz. EFE