Japón: Para muchos, rehenes ejecutados eran unos buscapleitos
Japón: Para muchos, rehenes ejecutados eran unos buscapleitos
Redacción EC

Tokio. En Japón, donde el conformismo pesa más que el individualismo, uno de los valores más importantes es evitar el "meiwaku", como se describe a las personas que les causan problemas a otros. Es por eso que Kenji Goto y Haruna Yukawa, los dos japoneses asesinados por la organización , son vistos generalmente como gente conflictiva. Además del primer ministro Shinzo Abe.

Muchos japoneses consideran que si sus compatriotas no hubiesen ignorado las recomendaciones de no viajar a Siria, o si Abe no hubiese publicitado tanto el apoyo de su gobierno a la coalición multinacional que combate al Estado Islámico, en Japón no reinaría la sensación de inseguridad predominante ni estaría en la mira de los extremistas islámicos.

"Para ser honesto, le causaron enormes problemas al gobierno japonés y al pueblo japonés. En los viejos tiempos, sus padres hubieran tenido que hacerse el hara-kiri (suicidarse) para pedir perdón", comentó Taeko Sakamoto, de 64 años, poco después de mostrarse acongojado por las muertes de Kenji Goto y Haruna Yukawa.

Sakamoto cree que Abe es parte del problema, por no tomar en cuenta los peligros que acechaban cuando postulaba un mayor papel militar de Japón, cuyas fuerzas armadas solo se abocan a tareas defensivas bajo los términos de una constitución elaborada por Estados Unidos tras la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

"No quiero que el señor Abe haga nada que pueda ser percibido como una provocación, porque correríamos más riesgos todavía", manifestó Sakamoto.

Hasta hace poco, Japón no se había involucrado directamente en la contención del Estado Islámico, que controla un tercio de Iraq y de Siria. Pocos días después de que Abe anunciase que su país aportaría US$200 millones en asistencia no militar a la lucha contra esa agrupación, los extremistas exigieron un rescate de 200 millones de dólares por los dos rehenes.

La crisis tuvo un fin trágico el domingo en que el periodista, Kenji Goto, fue decapitado por los extremistas. Previamente se había anunciado la muerte de Yukawa mediante un audio.

En el video distribuido por internet que muestra la muerte de Goto, su verdugo anuncia: "Abe, por tu decisión inconsciente de participar en una guerra que no se puede ganar, este puñal matará no solo a Kenji, sino que seguirá haciendo una carnicería cada vez que encontremos a tu gente. Que empiece la pesadilla para Japón".

Abe se ha mostrado firme en su compromiso de combatir el terrorismo como parte de un esfuerzo internacional. El jueves la cámara baja del Parlamento, que es la más poderosa, aprobó por unanimidad una resolución en la que se condena el "acto de terrorismo más que canallesco" en contra de los dos japoneses.

En la resolución, Japón se comprometió asimismo a aumentar su apoyo humanitario en Africa y el Medio Oriente y a reforzar las medidas antiterroristas junto con la comunidad internacional.

Japón ha tenido algunas tensiones con vecinos como China y Corea del Sur. Pero el Medio Oriente es un sitio distante, desconocido y peligroso.

"Allí osaron ir los dos individuos y es por eso que mucha gente los ve como tipos problemáticos", manifestó Koichi Nakano, profesor de política internacional de la Universidad Sofía de Tokio.

La reacción del público a la toma de rehenes fue fría desde un comienzo. Pocos parecían simpatizar con Yukawa, un aventurero aficionado a las armas de 42 años que fue tomado rehén en agosto. La prensa dejó de prestarle atención a su caso al poco tiempo, hasta que el 20 de enero circuló un video que mostraba a Yukawa y a Goto en vestidos anaranjados, arrodillados junto a un militante enmascarado, en el que se hizo el pedido de rescate.

Goto, un periodista veterano que se concentraba en historias de niños y refugiados de zonas de combate, generó más solidaridad. Su esposa y otros allegados dijeron que había ido a Siria a fines del año pasado para tratar de salvar a Yukawa.

Conscientes del estigma del "meiwaku", no obstante, las familias de ambos ofrecieron reiteradamente disculpas el gobierno y al pueblo por "los problemas" que habían generado sus parientes. Incluso después de sus muertes.

"UN CORAJE IRRESPONSABLE"

Dos días después de que la oficina de Abe colocase las banderas a media asta en señal de duelo por los dos muertos, un alto dirigente de su partido afirmó que Goto era un buscapleitos, no un héroe trágico, que ignoró varias veces las recomendaciones de que no fuese a Siria.

"Debo decir que lo suyo fue un coraje irresponsable, no un verdadero coraje, sin importar lo loables que puedan haber sido sus intenciones", sostuvo Masahiko Komura, vicepresidente del Partido Democrático Liberal de Abe.

No es común criticar a un muerto en público en Japón y los comentarios de Komura reflejan cómo se espera que actúe un individuo, pensando siempre en los intereses nacionales.

Tres jóvenes japoneses que fueron tomados rehenes y luego liberados en el 2004 fueron condenados por sus compatriotas, que los consideraron buscapleitos. Tuvieron que pagar por sus exámenes médicos y costearse los pasajes de regreso.

Algunos sectores dicen que la actitud dura de Abe se justifica por la amenaza terrorista, mientras que otros afirman que ese tipo de políticas hacen que resulte más factible un ataque contra Japón.

Fuente: AP

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