Rafi Peretz, ex exrabino en jefe del Ejército, antiguo colono en Gaza y líder del partido ultranacionalista Hogar Judío. (Foto: EFE)
Rafi Peretz, ex exrabino en jefe del Ejército, antiguo colono en Gaza y líder del partido ultranacionalista Hogar Judío. (Foto: EFE)
Redacción EC

Desde que fue nombrado ministro israelí de Educación en funciones, la polémica acompaña a Rafi Peretz, exrabino en jefe del Ejército, antiguo colono en Gaza y líder del partido ultranacionalista Hogar Judío, que el sábado afirmó estar a favor de las terapias de conversión para homosexuales.

Conocido líder del sionismo religioso, destaca por sus posiciones ultraconservadoras, su retórica anti-árabe y su línea favorable a la colonización de los territorios palestinos ocupados. En el pasado fue general de brigada del Ejército, así como piloto de helicóptero en las Fuerzas Aéreas, y ejerció como rabino en jefe castrense entre 2010 y 2016.

De 63 años, casado, con doce hijos y de ascendencia judía marroquí, vivió en la colonia israelí de Gush Katif, en la Franja de Gaza, hasta que fue evacuada en 2005, señala el diario local "Jerusalem Post".

También ha sido rabino de una yeshivá (escuela de estudio judío) que forma a jóvenes religiosos antes del servicio militar.

En su corta etapa como titular de Educación en el Gobierno en funciones de Benjamín Netanyahu, no ha dejado de generar polémicas.

Su primera salida de tono fue hace pocos días, cuando consideró que los matrimonios de judíos con no judíos, especialmente en Estados Unidos, son "como un segundo holocausto".

Y ayer trascendieron otras comentarios incendiarios que hizo en una entrevista con el Canal 12 de noticias donde declaró que realizar terapias de conversión en casos de homosexualidad "es posible".

Según aseguró, él mismo ha llevado a cabo estas controvertidas terapias en el pasado.

Sus posiciones han generado un gran revuelo en el país y han llevado a peticiones de dimisión por parte de políticos de la oposición, colectivos defensores de los derechos humanos y LGTB.

Netanyahu se desmarcó rápidamente ayer mismo de sus declaraciones, habló con Peretz para pedirle una aclaración y remarcó que su postura no representa la del Ejecutivo, informó la emisora pública Kan.

Más tarde, añade el mismo medio, Peretz aclaró que él no había afirmado que fuera necesario enviar a los niños a una terapia de conversión, y que el Ministerio de Educación seguirá aceptado a todos los niños israelíes sin discriminar en base a su orientación sexual, concreta Kan.

Sin embargo, la polémica ya estaba sembrada.

"Aún sin haber pasado un mes en el cargo, el nuevo ministro avergonzó rápidamente" a Netanyahu con unas "declaraciones indignantes que revela el fondo de homofobia primitiva e ignorancia de la persona que ahora es responsable de educar a los niños", opina el analista Yosi Verter en el periódico Haaretz.

Para Yair Sheleg, investigador del Instituto para la Democracia de Israel, el actual titular de Educación integra "un sector ultraortodoxo del sionismo religioso" que interpreta con rigidez los mandamientos de la Torá (Pentateuco), "donde está escrito que el sexo entre hombres está prohibido".

Su cosmovisión religiosa marca su posición "contra la homosexualidad, su desconfianza hacia los valores liberales procedentes de los países occidentales" y su apoyo "a la separación entre hombres y mujeres", con niños "que estudian en escuelas" segregadas por sexo, concreta el experto a Efe.

Según Sheleg, para religiosos como Peretz, la homosexualidad "es un gran problema, no solo porque va en contra de la Halajá (ley judía), sino porque perjudica la pureza del pueblo de Israel".

Ruth Gofen, de la Asociación Médica de Israel, aseguró hoy que "hay consenso entre los profesionales" sobre la peligrosidad de la terapia de conversión, que pretende cambiar la inclinación sexual o la identidad de género de las personas.

Las investigaciones, indica la experta, muestran que esta terapia "solo aumenta el sufrimiento de los pacientes", y agrava su depresión y pensamientos suicidas.

Peretz "no merece ser responsable del futuro de nuestros hijos", reaccionó ayer el nuevo líder del pacifista Meretz, Nitzan Horowitz, el primer político abiertamente gay que encabeza un partido israelí, mientras que el ministro de Justicia, Amir Ohana, también homosexual, aseguró que su formación, el derechista Likud encabezado por Netanyahu, "no tolerará la terapia de conversión".

En las elecciones generales del pasado abril, Peretz fue cabeza de lista de la Unión de Partidos de Derecha, que consiguió cinco escaños y participó en los esfuerzos para crea una nueva coalición que no consiguió materializarse, por lo que se celebrarán nuevos comicios el próximo 17 de septiembre.

(Fuente: EFE)

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