Rodolfo ‘Fito’ Acosta dice que policías lo secuestraron y le dieron plata para regresar a su casa. Fiscalía y Gaula indagan los móviles del plagio. (Foto: El Tiempo, GDA)
Rodolfo ‘Fito’ Acosta dice que policías lo secuestraron y le dieron plata para regresar a su casa. Fiscalía y Gaula indagan los móviles del plagio. (Foto: El Tiempo, GDA)
Redacción EC

. “Es viernes 31 de agosto. Desafortunadamente, el día de hoy, mi hermano ‘Fito’ ha sido secuestrado. Cosa amarga. Delincuencia común que existe en nuestro país Colombia. En estos momentos estamos preparándonos para ir a buscarte ‘Fito’. Un abrazo, mi hermano. Katya, sé que ya estás libre. Gracias a Dios. Bendiciones. Vamos por ti ‘Fito’”.

Este testimonio fue grabado en video por un familiar del empresario barranquillero Rodolfo Miguel Acosta de la Torre, plagiado hace nueve días en una calle de Barranquilla, junto a su esposa, Katya Ana Barros Arrieta. En las imágenes se ve un lujoso jet, Falcon 200, con las turbinas encendidas, listo a iniciar el rescate que, para ese momento, completaba casi cuatro horas.

“La familia Acosta hizo su propia búsqueda e intento de rescate. A la policía solo le avisaron dos horas y media después del secuestro y se trasladaron más de 40 efectivos para evitar que el empresario fuera movido de la ciudad por sus captores”, aseguró un alto funcionario del Distrito de Barranquilla.

Luego de 36 horas, Acosta llegó sonriente, en un taxi de placas SDU 185, a su casa, en donde lo esperaban su esposa, al menos una treintena de allegados y su consentido: un Lamborghini naranja de casi mil millones de pesos, el cual tardó seis meses en llegar de Italia. El auto aparece tanto en el video de su liberación como en imágenes en redes.

Según dijo Acosta, vinculado al negocio inmobiliario y a una fábrica de estructuras metálicas, los secuestradores fueron supuestos policías activos que lo retuvieron en un falso retén. Tras señalar que fue un grupo organizado, narró que lo habían dejado libre por “cansón” y gracias a la presión de las autoridades. Incluso aseguró que le habían dado 20.000 pesos para que pagara el taxi.

‘Fitoretenes’

Sin embargo, el epílogo del caso ha generado interrogantes tanto en la Fiscalía como en la Policía, que no entienden cómo un grupo criminal que planeó un falso retén, suplantó a las autoridades y bajó a su víctima de un carro blindado, terminó dándole para el taxi.

Por eso indagan ahora el móvil detrás del plagio, además de la supuesta participación de policías.

Después de muchos años, agosto estaba a punto de convertirse en el mes con menos homicidios y cero secuestros en Barranquilla.

“Después de muchos años, agosto estaba a punto de convertirse en el mes con menos homicidios y cero secuestros en Barranquilla. Se han invertido más de 70.000 millones de pesos en seguridad, incluidas 170 cámaras y pie de fuerza, por lo que nos pareció de la mayor gravedad la versión del falso retén y el hecho de que impacte la imagen de la institución, que ya tiene lazos sólidos con la ciudadanía.

Pero ahora ya se está hablando de los ‘fitoretenes’, y eso no lo podemos permitir”, explicó una fuente de la institución.

Hasta ahora, ninguna autoridad se ha atrevido a señalar a los responsables del secuestro del empresario, que tiene demandas contra el Distrito de Barranquilla por el uso de parte de los 30.000 metros cuadrados de su propiedad, ubicados en el área donde se está ampliando la avenida circunvalar.

‘Los 40’

Sin embargo, se estableció que agentes federales y autoridades locales tienen indicios de que fue un residuo de la banda criminal de ‘los 40’.

Se trata de una oficina de cobro creada por paramilitares en la época de Rodrigo Tovar, alias Jorge 40, integrada por expolicías, uniformados activos y miembros del CTI, y patrocinada por empresarios y políticos corruptos.

La banda se dedica a extorsionar a exitosos empresarios y a la recuperación de cartera de la mafia. Y, aunque se desconoce quién es su actual cabecilla, la DEA tiene documentado el reciente retorno al país de uno de sus jefes: Miguel Ángel Villarreal Archila, alias Salomón.

Tras ser extraditado a Estados Unidos y pagar una condena de 8 años, salió libre en enero de 2016 y fue deportado semanas después.

Hoy, alias Salomón está preso en la cárcel de Tramacúa de Valledupar y, según informes de autoridades, se indaga si es cierto que volvió al país a reclamar propiedades y dineros que la banda puso en cabeza de testaferros.

Lo que sí está establecido es que detrás de las extorsiones a empresarios, como ‘Fito’ Acosta, también hay gente de la estructura ilegal de Alberto Orlández Gamboa, alias el Caracol, jefe del cartel de la Costa. El capo cumple una condena de 40 años en una cárcel de Pensilvania y quedará libre en junio de 2034, con 72 años cumplidos.

Otra de las puntas de la investigación busca verificar o descartar versiones según las cuales un allegado a los Acosta fue obligado a traspasar bienes o a desembolsar dinero durante su secuestro exprés. La exigencia la relacionan con su éxito económico, que él mismo y personas de su círculo se han encargado de exhibir en redes donde aparecen mostrando fajos de dinero en efectivo, paseos en un lujoso yate Azimut de 76 pies y visitas a centros nocturnos en Panamá.

El director de la Policía de Barranquilla, general Mariano Botero, aseguró que el Gaula investiga y mientras se desconozcan los resultados no habrá pronunciamientos.

Y en similar sentido se pronunció el director del Gaula de la Policía, general Fernando Murillo.

“No hay duda de que se trató de un secuestro urbano, y por eso se desplazó el Gaula hasta Barranquilla. Esto impacta en la percepción de seguridad. La familia fue la que encontró el carro, pero el hecho fue denunciando, incluso, por la Alcaldía. Por el alto perfil del empresario, nos ocupamos del caso, y el Gaula seguirá investigando hasta esclarecer los móviles”, señaló.

Y allegados de ‘Fito’ dijeron que este no está hablando con los medios y no saben cuándo se reintegre a sus actividades profesionales.

‘Me plagiaron en un retén’

“Tenían conos y hasta un vehículo parado ahí. Pero también eran parte del secuestro. Como hay retenes por todas partes, accedí a cooperar (...) Uno de los policías me empuja detrás de la camioneta, se monta y me pone las esposas. Yo lo noté muy nervioso (...) Los policías estaban armados con toda la dotación. Es decir, eran policías con motos de la institución (...) De resto eran tres o cuatro personas más que estaban ahí, supuestamente en un carro”, dijo Acosta el día de su liberación.

Fuente: El Tiempo, GDA

Contenido sugerido

Contenido GEC