A 15 años de la tragedia del submarino Kursk
A 15 años de la tragedia del submarino Kursk

Encerrados en las profundidades del océano esperando la muerte. Así quedaron los sobrevivientes de la explosión que llevó a las profundidades del Mar de Barents a 118 marineros rusos que participaban en unas prácticas de combate en su nave hogar: el Kursk, un gigantesco sumergible nuclear llamado también K-141. El conteo final para sus vidas empezó a las 11:28 de la mañana, cuando una detonación en el compartimento de los torpedos dio inicio a la crisis. Era el 12 de agosto de 2000.

La reacción de las autoridades fue lenta. Se ocultó la información, luego se culpó del hecho a países extranjeros, y por último Putin, presidente de la nación rusa, prefirió continuar con sus vacaciones en el Mar Negro. Para el 14 de agosto los primeros intentos de rescate habían sido infructuosos ¿Estarían aún vivos los marineros? Las condiciones meteorológicas eran pésimas. La esperanza se sustentaba en señales sonoras que provenían de la nave. El submarino se hallaba a 150 metros de profundidad.

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