"Seremos el último tiroteo masivo", destacó Emma González durante su discurso en Florida. (AFP).
"Seremos el último tiroteo masivo", destacó Emma González durante su discurso en Florida. (AFP).
BBC News Mundo

Los estudiantes de la escuela Stoneman Douglas de Parkland habían practicado qué hacer en caso de tiroteo: la escuela realizó simulacros y contaba con un sistema de seguridad.

Pero, pese a ello, un solo atacante de 19 años de edad fue capaz de matar a 17 personas el pasado Día de San Valentín.

Ahora los estudiantes que vivieron aquella tragedia dicen basta: rechazan la llamada "nueva normalidad" de su generación, en la que matanzas de este tipo son habituales.

"Es absolutamente demencial que un joven de 19 años no pueda comprar alcohol, pero pueda adquirir un AR-15, una arma de guerra", dice Alex Wind a la BBC, uno de los supervivientes de Parkland.

Cuando el tiroteo ocurrió, Wind se tuvo que refugiar en la oscuridad junto a otros 60 estudiantes durante más de una hora, mientras el autor de la matanza, Nikolas Cruz, recorría los pasillos de su colegio con un rifle AR-15.

Los estudiantes piden al gobierno "acción".
Los estudiantes piden al gobierno "acción".

Alex y cuatro de sus amigos fundaron la campaña "Never Again" (Nunca Más) justo después de lo ocurrido. Y ahora alrededor de una docena de compañeros promueven su iniciativa sin descanso, en la calle y a través de entrevistas con medios de comunicación.

La campaña nacida de la tragedia busca un mayor control de armas.

Parte del mensaje de sus integrantes es denunciar la presión que según ellos ejerce la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) sobre los políticos que dirigen el país.

Así lo reflejaron en una manifestación celebrada el sábado en Fort Laudardale, en la que anunciaron una marcha nacional en Washington para el próximo día 24 de marzo, "la Marcha por nuestras vidas".


Trump, en defensa de la segunda enmienda

El presidente se ha comprometido a defender la segunda enmienda de la Constitución estadounidense, que protege el derecho de los ciudadanos a tener y portar armas, y el año pasado dijo durante la convención de la NRA que "nunca" infringiría" ese derecho.

En su mensaje tras la tragedia, Trump no pronunció ni una sola vez la palabra "arma" y, en un tuit el pasado sábado, el republicano culpó a los demócratas de no haber aprobado una normativa cuando controlaban las dos cámaras, el Congreso y el Senado, durante la era Obama.

"Porque no quisieron, y ¡ahora sólo hablan!", espetó en Twitter, en referencia a las críticas recibidas de los demócratas tras el tiroteo de Florida.

Trump, que el viernes se reunió con sobrevivientes de la masacre, también culpó de la tragedia al estado mental del atacante y a fallos del FBI.

Contra los grupos de presión

Durante la protesta celebrada el sábado en Fort Laudardale, hubo una voz que llamó especialmente la atención. La de Emma González, otra de las sobrevivientes de Parkland que se ha alzado como activista política.

"Si el presidente [Trump] quiere venir y decirme en persona que esto fue una horrible tragedia y no se va a hacer nada al respecto, le preguntaré alegremente cuánto dinero recibió de la Asociación Nacional del Rifle (NRA)", señaló González durante un discurso.

Sobrevivientes de la matanza han creado un nuevo movimiento para conseguir mayores controles de armas en el país.
Sobrevivientes de la matanza han creado un nuevo movimiento para conseguir mayores controles de armas en el país.

"No importa porque ya lo sé. 30 millones de dólares", dijo la joven de 18 años, en referencia a las donaciones durante la campaña presidencial de Trump.

"A cualquier político que recibe donaciones de la NRA, ¡debería daros vergüenza!", añadió González, quien se escondió en el auditorio de su escuela durante el ataque.

Según el Centro de Políticas Rsponsables, la NRA gastó US$ 11,4 millones apoyando a Trump en la campaña de 2016, y US$ 19,7 millones en iniciativas de oposición a Hillary Clinton.

Cameron Kasky, otro de las sobrevivientes de 17 años de edad, explicó que el objetivo de su grupo es "crear una nueva normalidad" en la que recibir dinero de los grupos de presión de la industria de armas sea una "vergüenza".

Cameron Kasky lamenta que los "adultos" no tomen acciones después de lo ocurrido.
Cameron Kasky lamenta que los "adultos" no tomen acciones después de lo ocurrido.

"Estamos perdiendo vidas mientras los adultos están jugueteando", lamentó.

El grupo está animando a otros estudiantes a unirse a su causa y protestar, y de momento ya está ocurriendo en las redes sociales.

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