El presidente electo de Estados Unidos , Donald Trump , tiene la mente puesta en la confección de su gabinete; sin embargo, no deja del todo su pasado de millonario lleno de eventos y celebridades, algo que demostró en la noche del sábado, cuando acudió a una fiesta de disfraces de héroes y villanos en la pequeña localidad de Head of the Harbor, Nueva York , según los reporteros que acompañaron al futuro mandatario.
El anfitrión de la fiesta era Robert Mercer, un multimillonario de fondos de alto riesgo y donante de Trump en su campaña electoral, gracias a la cual venció a la demócrata Hillary Clinton en las presidenciales del 8 de noviembre pasado.
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Cuando arribó al evento, el magnate de los medios fue preguntado de qué iba disfrazado, debido a que vestía un traje negro, un abrigo y una corbata estampada, y entonces el sucesor de Barack Obama se señaló a sí mismo y dijo: "De mí".
No fue el único integrante del nuevo gobierno que asistió a la fiesta. También estuvieron Kellyanne Conway, asesora de Trump y que directora de campaña, que estaba disfrazada de Supergirl, y Steve Bannon, estratega jefe del nuevo mandatario.
Fuente: La Nación / GDA
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