EE.UU.: Hombre de 74 años asalta un banco para volver a prisión

Chicago, AP

Un ex presidiario de 74 años que pasó casi toda su vida de adulto tras las rejas regresará al lugar que considera su hogar: la cárcel.

Luego de decirle al acusado Walter Unbehaun que aterró a una cajera al mostrarle un revólver durante un robo en el 2013, una jueza federal le impuso una sentencia de tres años y medio de cárcel, diciendo que tenía antecedentes penales como invasión de morada y secuestro.

"Esta no es la primera vez que usted inspira temor", dijo la jueza Sharon Johnson Coleman a Unbehaun, quien desertó de la secundaria y se había dedicado a la reparación de bañeras.

Unbehaun usó un bastón para subir tomar al estrado y hacer una breve declaración. No se retractó de su deseo de ir a la cárcel, aunque dijo: "No quiero morir en prisión".

"Mi delito es grave, no hay duda", dijo calmadamente. "Yo simplemente quiero ser como todos los demás".

El aburrimiento y la soledad contribuyeron en parte a que Unbehaun llegara a la conclusión de que una vida en reclusión era preferible a la libertad, según documentos presentados por su defensa.

Ningún amigo o familiar de Unbehaun asistió a la audiencia del jueves en Chicago.

Mientras escuchaba el proceso, Unbehaun se movía y se frotaba los antebrazos, en los cuales tiene tatuajes. Ocasionalmente asentía cuando su abogado hablaba.

El 9 de febrero del año pasado entró en un banco del área de Chicago. Llevaba un bastón pero no disfraz y mostró un revólver y le dijo a una cajera en voz baja varias veces: "No quiero lastimarla".

Con un botín de 4.178 dólares, el hombre se fue en su vehículo a un motel cercano y esperó la llegada de la policía.

Cuando las autoridades lo confrontaron en el estacionamiento del motel, Unbehaun, calvo y corpulento, soltó su bastón, subió las manos y desconcertó a la policía porque parecía feliz de que lo hubieran capturado.

En su primera comparecencia en el tribunal, también confundió a su abogado.

"Sus primeras palabras fueron: 'Yo solo quiero ir a casa''', dijo el jueves ese mismo abogado, Richard McLeese.

Durante unos instantes McLeese pensó que se refería a que tenía esperanzas de conseguir fianza. Luego se percató que le estaba pidiendo ir a prisión.

"Sin duda es uno de los casos más tristes y perturbadores con los que me ha tocado lidiar", dijo.

La fiscal Sharon Fairly reconoció que la jueza enfrentaba un dilema. Si enviaba a Unbehaun a prisión sería más una recompensa que un castigo, y dejarlo libre sería peligroso porque intentaría cometer otro delito grave.

"¿Le falló el sistema al señor Unbehaun? ¿O su incapacidad de permanecer fuera de prisión fue el resultado de su voluntad?", preguntó Fairly.

"Quizá nunca lo sabremos. Pero lo que sí sabemos, claramente, es que el señor Unbehaun carece del deseo de llevar una vida respetuosa de la ley fuera de los muros de la prisión", apuntó.

Unbehaun, nacido en Chicago, fue a prisión por primera vez a los 23 años por transportar un auto robado. Fue declarado culpable de secuestrar una joven de 19 años en 1970, a quien ató a una cama de un motel de Ohio para luego huir en el auto de la joven.

Su historial incluye más de media docena de sentencias condenatorias, entre las que destaca, irónicamente, escapar de prisión.