"Si quieres que sea la gestante, lo haré de inmediato", le dijo Cecile hace dos años a su hijo. Foto: EL TIEMPO/ GDA
"Si quieres que sea la gestante, lo haré de inmediato", le dijo Cecile hace dos años a su hijo. Foto: EL TIEMPO/ GDA
Redacción EC

Se dice que las madres están dispuestas a darlo todo por sus hijos y Cecile Eledge es un ejemplo de ello. El lunes 25 de marzo la mujer de 61 años dio a luz a su nieta para cumplir el sueño de su hijo Matthew Eledge (32), y el esposo de este, Elliot Dougherty (29), de ser padres. Este suceso ocurrió en  ().

La pequeña, a la cual llamaron Uma, es fruto de un óvulo donado por la hermana de Elliot que fue inseminado con la esperma de Matthew, y fue la madre de este quien se ofreció a llevar a la niña en su útero, a pesar de su avanzada edad.





En un principio, la pareja había tomado como una broma la oferta de la madre, hasta que cada día se iba haciendo más realidad al asistir a diferentes especialistas en reproducción asistida y poder conocer las opciones que ambos tenían para convertirse en padres.

"Si quieres que sea la gestante, lo haré de inmediato", le dijo Cecile hace dos años a su hijo, mientras él planeaba y ahorraba para poder formar una familia junto a Elliot.

Un día, el matrimonio fue a la consulta de la especialista Carolyn Maud Doherty, y Matthew mencionó la oferta de su madre sin pensar que la doctora lo consideraría dentro de sus opciones.

Después de informarle a Cecile que había posibilidades de que tuviera que cumplir con lo prometido, el equipo médico del Hospital para Mujeres en Nebraska, Estados Unidos, comenzó a realizarse exámenes para saber si era posible que fuera la madre subrogada de su nieta. Los análisis de sangre, colesterol, de estrés, mamografía y ecografía salieron favorables, y demostraron que era posible que la mujer pudiera llevar adelante el embarazo.

Después de informarle a Cecile que había posibilidades de que tuviera que cumplir con lo prometido, el equipo médico del Hospital para Mujeres en Nebraska, Estados Unidos, comenzó a realizarse exámenes para saber si era posible que fuera la madre subrogada de su nieta. Los análisis de sangre, colesterol, de estrés, mamografía y ecografía salieron favorables, y demostraron que era posible que la mujer pudiera llevar adelante el embarazo.

Cuando la mujer decidió que gestaría a su nieta, los doctores le advirtieron que habría muchos riesgos de salud asociados al embarazo. Problemas pulmonares, coágulos de sangre y la alta probabilidad de que el nacimiento ocurriera a través de una cesárea.

Pero, a pesar de los malos pronósticos, Cecile quedó embarazada en el primer intento de fecundación in vitro, no tuvo problemas durante el embarazo y dio a luz de forma normal a Uma.

Según informó El País de España, en el estado de Nebraska, uno de los más conservadores de Estados Unidos, no existen leyes que prohíban la discriminación en cuanto a la orientación sexual o identidad de género.

En 2015, cuando Matthew anunció al establecimiento donde trabajaba, un colegio católico de la ciudad de Omaha, que se casaría con otro hombre, fue despedido.

El caso de Cecile no ha sido el único en el mundo ni la mujer con más años en gestar a un niño. Por ejemplo, en 1987 una mujer de 48 años dio a luz a los trillizos de su hija en Sudáfrica.

Asimismo, el pasado domingo, una mujer de 55 años en Gales dio a luz a su propio nieto después de someterse a una fertilización in vitro y darle la oportunidad a su hija, quien nació sin útero, de poder formar la familia que siempre había querido.

En 2017, Andrea, una madre chilena de 49 años fue quien llevó en su útero durante nueve meses a las mellizas de su hija, Camila, para que esta pudiera formar una familia junto a su esposo. Camila, había perdido su útero tras sufrir la pérdida de un niño durante la semana 32 de embarazo y vio una luz cuando su madre se ofreció desinteresadamente a gestar a sus dos recién nacidas.

Contenido sugerido

Contenido GEC