Casas de colores que surgieron de las ruinas de Nueva Orleans, que sustituyeron los escombros que dejó atrás el huracán Katrina hace diez años.
La ciudad está viviendo un renacimiento, lo que incluye a su economía.
Desde el año 2010 se han creado 14.000 puestos de trabajo y la cantidad de emprendimientos es un 64% superior a la media nacional.
"La gente se unió de forma increíble, sólo haciendo algo tan simple como asegurándose de que todos pudieran volver a casa, reconstruyendo un techo, ayudando a alguien a encontrar un trabajo”, indica Asia Rainey, Dueña de Mercado Oya!
Alrededor de 1.800 personas murieron y más de un millón fueron desplazadas por el huracán categoría 5 que golpeó Nueva Orleans en agosto de 2005.
Para evitar otra catástrofe ingenieros construyeron un muro de cemento a lo largo de más de tres kilómetros en la zona pantanosa conocida como Triángulo Dorado, y en el que se invirtieron unos 1.000 millones de dólares.
"Definitivamente es una llamada de atención, que las cosas necesitan mejorarse, y pensamos que estábamos protegidos entonces y ahora lo estamos. Los datos recopilados y este tipo de cosas han avanzado mucho desde que se diseñaron los primeros diques par a ver qué tipo de altura necesitas para protegerte”, asegura Steven Stencer, Jefe ingeniero de la Autoridad de Protección contra Inundaciones del sur de Louisiana.
No todas las áreas de la ciudad se beneficiaron de este desarrollo.
Las secuelas de la devastación todavía son visibles en muchas partes de Nueva Orleans diez años después, especialmente en Lower Ninth Ward.
Durante el huracán este barrio, igual que el 80% de la ciudad, quedó bajo el agua.
“Aquí es donde solíamos vivir antes del Katrina", dicen algunos desplazados.
La reconstrucción fue posible en parte gracias al trabajo de decenas de miles de trabajadores migrantes latinoamericanos.
Pero muchos descubrieron que no eran más bienvenidos una vez finalizaron el trabajo.
”Muchos no fueron pagados por este trabajo, muchas compañías, después de contratarles, llamaron a migraciones para que los detuvieran en el día de pago y que deportaran a cientos. Así que muchos de los que reconstruyeron la ciudad no están aquí sino de vuelta en casa”, relata Cristiane Rosales, Fundador de NOLA Village.
Además, muchos residentes jamás volvieron después de la tormenta.
Nueva Orleans tiene ahora 100.000 residentes menos que antes del Katrina.
Pero aunque el paisaje y la población cambiaron, ni los vientos ni el agua pudieron destruir el carisma de la ciudad de Nueva Orleans.