Texas ejecutó a Stephen Barbee, el hombre que asesinó a su exnovia embarazada y a su hijo de 7 años.
Texas ejecutó a Stephen Barbee, el hombre que asesinó a su exnovia embarazada y a su hijo de 7 años.
Agencia AP

ejecutó el miércoles a un preso sentenciado por asesinar a su exnovia embarazada y el hijo de ella de 7 años hace más de 17 años, pese a los intentos del preso de anular su ejecución con base en denuncias de que le han negado sus derechos religiosos y sus necesidades médicas.

Stephen Barbee, de 55 años, recibió una inyección letal en la penitenciaría estatal de Huntsville. Fue declarado muerto a las 7:35 pm, 26 minutos después de que una dosis fatal de pentobarbital comenzara a fluir en su cuerpo.

MIRA: Corte Suprema de Estados Unidos no detendrá la ejecución de preso que se sacó los ojos en prisión

Fue condenado por matar en febrero de 2005 a Lisa Underwood, de 34 años, y el hijo de ella, Jayden. Ambos fueron asfixiados en su vivienda en Fort Worth y sus cadáveres fueron hallados luego en una fosa en Denton, un condado cercano.

En su declaración final, Barbee habló sobre su fe en Dios y esperaba que este no fuera un momento triste para su familia y amigos. No mencionó a Underwood ni a su hijo y no miró en dirección a la familia y los amigos de sus víctimas, quienes observaban y se abrazaron durante la ejecución.

“Estoy listo, alcaide. Envíame a casa”, dijo Barbee, mientras lloraba. “Solo quiero que todos tengan paz en sus corazones”.

El lunes, la Junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas se negó por unanimidad a conmutar la pena de muerte de Barbee por una pena menor oa conceder una suspensión de cuatro meses.

Los abogados le habían pedido a la Corte Suprema de Estados Unidos suspender la ejecución, argumentado que los derechos de Barbee habían sido violados debido a que el sistema penitenciario estatal, tras un fallo del máximo tribunal sobre las actividades permisibles de los consejeros espirituales en la cámara de ejecución, no plasmaron una nueva normativa por escrito.

En marzo, el máximo tribunal falló que los estados deben respetar los deseos de los condenados a muerte que quieran estar acompañados o ser tocados por sus consejeros espirituales en la cámara de ejecución.

Las autoridades penitenciarias de Texas nunca actualizaron formalmente sus normas, pero dijeron que lo estudiarán caso por caso y que aprobarán la mayoría de las solicitudes siempre que sean razonables.

Hace poco, el juez Kenneth Hoyt de Houston ordenó una pausa preliminar, diciendo que el estado solo podrá ejecutar a Barbee cuando haya publicado una política clara sobre consejeros espirituales a fin de proteger los derechos religiosos del reo. La semana pasada, un tribunal de apelaciones anuló el fallo de Hoyt, calificándolo de demasiado amplio.

Contenido sugerido

Contenido GEC